Mes: julio 2007

Hay regalos que marcan. Algunos por ser especiales, otros por la persona que los regala, que los hace especiales, y otros por ambas cosas.
Con mi madre, con quien tengo un vínculo muy fuerte, me ha pasado muchas veces. Algunos de sus trabajos de pintura los tengo siempre cerca (así como los de mi hermana, toda una artista) y son para mi como trocitos de ella.

Cuando vienes de una familia con poco dinero, el recibir regalos especiales, sean o no comprados, hace que le des mas valor. No cambiaría nada de la época en que menos dinero tenía, precisamente por el valor que adquieren las cosas posteriormente, y cuantísimo valoras lo que tienes.

En la pasada semana visité a mi familia y cuando iba con mi madre de compras por las tiendas hippies de la ciudad, nos encontramos un buda encantador.
¿No os ha pasado a veces que un objeto os transmite vibraciones positivas? Este sentido cada vez lo tengo más desarrollado y desde que he ido heredando cierta pasión materna por las piedras y su energía, es como si se incrementase.

El caso es que mi madre cogió el buda. lo acarició, conectó con él, y dijo: «Te lo regalo, para que lo acaricies y te acuerdes de mi».
Es redondo, de madera, y está recogido en si mismo. Me transmite a la vez melancolia y serenidad y decian en la tienda que tocarlo estimula las articulaciones de la mano y aumenta la fuerza.

Así que os presento a mi precioso buda….

Y para terminar, unas maravillosas citas de Buda:

«Como flores hermosas, con color, pero sin aroma, son las dulces palabras para el que no obra de acuerdo con ellas.»

«Larga es la noche para el que yace despierto; larga es la milla para el que va cansado; larga es la vida para el necio que no conoce la verdadera ley».

Buenas noches….