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Personas Barrera

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Hace un tiempo os hablé de un situación que vivía con una compañera de trabajo, ¿os acordáis? (sino, leer aquí)

El tiempo fue pasando y mi relación con esta persona fue mejorando, fui cogiendo un poco más de seguridad y confianza y me dejó de quitar la energía que me quitaba al principio. Cierto es que es una persona agresiva por naturaleza y que utiliza una serie de mecanismos de defensa basados en el ataque. Las ironías de la vida me regalaron una separación temporal en la oficina y posteriormente se planteó la misión de tenerla como compañera a mi lado. Una de cal y una de arena.

Cuando nos mudamos de oficina yo ya sabía que estaría a mi lado, quizá incluso fue una decisión de mi jefa, al considerarme la persona más conciliadora del equipo (y prácticamente la única que se hablaba con ella en esas fechas). Quizá fue casualidad. Sin embargo, para mí supuso todo un reto.

Me considero una persona bastante inquieta, algo quisquillosa con las manías ajenas, pero con esta experiencia me estoy descubriendo como persona paciente y tolerante (aunque me haya planteado hacer un muñeco de vudú con mi querida vecina de mesa).

Para poneros en situación, esta persona, ya enemistada con casi todos los compañeros, es alguien que se refugia en el orgullo de «yo soy así» para comportarse como una persona maleducada que se cree poseedora de toda la razón. A mí me da pena porque no es capaz de ver mas allá, y posiblemente con algo de ingenuidad por mi parte, intento pensar que no hay maldad en muchas de las cosas que hace, sino que simplemente es un completo desastre. Como meter un elefante en una cacharrería. Tiene el don de empeorar las cosas si eso es posible.

Mi vecina aparte de ser torpe, basta, hablar alto, tirar cosas y carecer de «xeito» (buenas maneras), es mal educada, no le importa hacer ruido, camina arrastrando los pies, se cree poseedora de la razón y todo lo malo que le sucede es por causas ajenas mayoritariamente. Los malos somos todos nosotros que no la hemos tratado bien y somos muy susceptibles; es una incompetente trabajando porque no se la introdujo en la empresa como a los demás, los fallos que comete es por falta de información que nadie le ha dado -aunque cuando se le dió ella ya lo sabía todo-, etc etc etc….

No parece importarle hacer bien su trabajo y quizá invierte trabajando el 10% del tiempo de la jornada, entre visitas al facebook, páginas de descuentos, cigarros, cafés y paseos… No se sonroja por aparecer la última en el listado de resultados individual de los miembros del equipo, porque por supuesto, la causa de sus malos resultados, no es su incompetencia sino que sus clientes son los más difíciles.

En breve se termina su contrato y casi está cantado que nos regalará su ausencia, aunque ella ya lo está «vendiendo» como que se marchará ella, porque nunca se ha terminado de adaptar, no se siente a gusto y no le gusta el trabajo (cualquiera lo diría!).

Está claro que no hay más ciego que aquel que no quiere ver. Ella me ha enseñado eso y muchas cosas más. Me he enfrentado con la agresividad, la envidia, la intolerancia, la incomprensión y la individualidad. Cuando crees en el diálogo y la comunicación, cuesta pensar que por muchos argumentos que plantees, haya alguien que no puede ver más allá de sus propios bloqueos. Quizá sí ve, pero no comunica. Quizá su manera de molestar es un modo de llamar la atención y su actitud de «no me importais en absoluto» denote precisamente lo contrario.

Por mucho que intente comprender y analizar, yo no lo sé. Solo se que hay personas barrera a las que sencillamente merece la pena saltar y dejar atrás.


PS: Motivación de la semana… El concierto de Vetusta Morla el sábado… :-))))) ¿cual es la tuya?

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Hablemos

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Quizá lo que menos me guste de mi familia (y espero no meterme en un problema por hablar de ello) es que no creo que la comunicación sea fluida en cuanto a sentimientos y malestares. Desde que comenzamos a dividirnos por el mundo: mi hermano a Madrid, tiempo después yo al sur y ahora al mediterráneo; nos hemos visto obligados a desarrollar relaciones lineales y cuidarlas a pesar de la distancia.

Si a eso le sumamos el posterior divorcio de mis padres, se complica la historia. Por tanto las relaciones son yo con mi madre, yo con mi hermana, yo con mi padre, yo con mi madre y yo con mi hermano. Respectivamente cada uno de ellos cuida sus relaciones con los demás de la misma manera. Estoy más que orgullosa de mi familia y creo que a pesar de todo lo que hemos pasado, seguimos unidos y mantenemos relaciones muy positivas entre nosotros. Ha habido momentos y personas en las que las relaciones no han sido tan positivas, pero hay que aprender a cuidar y tratar cada relación de distinta manera, unilateralmente, cuidando mucho las expectativas de ambos.

Al hablar con cada uno de los miembros muchas veces me encuentro con malestares entre ellos que no se transmiten ni comunican sino que se quedan dentro y como mucho se comentan con otro miembro de la familia, pero no con el afectado. Prácticamente lo he visto en todos nosotros, y obviamente, si lo descubro en mí, trato de hacer lo posible por enfrentarlo y hablar directamente con quien tengo el malestar.

No se si poco a poco iremos desarrollando esa facultad de decirnos las cosas pero sin duda no dejaré de pedirlo una y otra vez. Cuando me ha sucedido a mi, que alguien esté molesto conmigo y me tenga que enterar meses después, me duele en el alma. ¿Por qué no hablar las cosas en su momento e incluso gritarnos y discutir? ¿Que puede pasar? ¿Es mejor dejarlo que fermente dentro?

Si al menos los malestares perdieran intensidad con el tiempo, estaría bien, pero no, normalmente anidan en rencores absurdos. Olvidamos lo mucho que nos queremos, que nunca haríamos daño al otro con maldad y que todos nos equivocamos (incluso nosotros mismos interpretando las cosas).

Por eso os animo a decir a alguien que le notas distante, que le echas de menos, que te ha molestado algo que te ha dicho o como te ha hablado…. Y por supuesto, que le quieres, que estas orgullos@ de él o ella… Y si avanzamos más podemos llegar a las expectativas de la manera más sincera y natural. Siempre presentes los posos del amor como base de todo, en esas personas que forman parte de nosotros.

Naturalidad y cercanía a pesar de cualquier distancia.

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Déjame equivocarme

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Si hay algo que siempre he agradecido a mis padres es cuando me dejaron elegir mi propio camino, aun sabiendo que me estaba equivocando en algunos momentos.

Todavía no soy madre y no puedo hablar por experiencia propia pero sí puedo hacerlo desde la base de mi sentimiento maternal y de protección que sí tengo muy desarrollado. Cuando quieres a alguien, cuesta mucho dejarle en su camino cuando sabes que ese camino no le llevará a felicidad sino a sufrimiento.

Somos conscientes desde la razón de que ese sufrimiento es necesario, generará un aprendizaje y un nuevo escalón superado. Solo cuando vivimos algo en primera persona podemos verdaderamente asumir como propio un descubrimiento y esto no lo olvidaremos. No sucede lo mismo cuando nos cuentan una experiencia que no vivimos nosotros mismos.

El Respeto se escribe con mayúscula en nuestra Vida. Nos cuesta tanto no juzgar ni entrometernos en las circunstancias de aquellos a quienes queremos! DEJAR ESTAR, respetando, estando ahí desde la comprensión y el Amor, sentimiento base.

Proyectemos menos, escuchemos más, respetemos siempre.

Escuchando y descubriendo….

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Sintoniza-me

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En ocasiones hacemos por los demás y nos extraña que no valoren nuestros esfuerzos. Transmitimos nuestros sentimientos y a veces no los vemos correspondidos. Emitimos en una frecuencia que no es recibida y el otro emite en su propia sintonía. No hay comunicación porque no estamos sintonizados.

Normalmente hacemos por los demás lo que valoraríamos que hicieran por nosotros. Cuando pensamos en el Otro, ¿lo estamos haciendo en su frecuencia o en la nuestra? Hay muchos ejemplos alrededor: los regalos que se hacen por el gusto propio, las demostraciones de afecto en uno u otro nivel, la sinceridad absoluta que quizá no es bien recibida… Suponemos con nuestro criterio que esa es la sintonía correcta, porque es la nuestra, la que estimamos correcta.

Cuando pruebas a sintonizar con el otro, en buscar su frecuencia; empatizas con su manera de expresar y valorar las cosas. Puede ser que mi pareja no sea «romántico» y no es su idioma escribirme poemas de amor. Quizá él demuestra su afecto haciéndome un zumo cada mañana. Se que ese es su idioma, lo capto en su frecuencia y me llega el afecto. Puede ser que a mi amiga simplemente le guste que le escuchen atentamente demostrando el interés que siento, mientras que a otra amiga quizá le guste más la alegría e interactuación.

Es un idioma personal, con sus significados y cultura propia. Algunos se sentirán incómodos con un abrazo, otros sentirán que están recibiendo afecto de verdad, otros prefieren los besos, otros la simplicidad de una mirada cómplice. Ahí está nuestra riqueza cultural afectiva. Cuando rechazamos a los que no utilizan nuestro idioma, nos privamos de enriquecernos y comunicarnos en plenitud. Vuelve a salir la anhelada Aceptación y el siempre necesario Respeto.

Tal cual sucede cuando hablas un idioma extranjero, te saldrá mejor sin presiones, prisas o expectativas. Dejando fluir y expresar al otro; comunicando nosotros, comprendiendo que hay más maneras de expresar las cosas, más idiomas, más palabras (incluso en el silencio).

Juega con la rueda de frecuencias y prueba a sintonizar-te con tu entorno. Escucha atentamente las interferencias hasta que comienza a escucharse una suave melodía con claridad. Ahí, navegante, está la comunicación.

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Desenvolviendo el 2010…

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Seguramente muchos de vosotros compartiréis este sentimiento de estupefacción ante el paso del tiempo pero me parece increíble que haya pasado un año ya. Pienso en cuántas cosas han cambiado, cuantos avances, las despedidas, las distancias, los encuentros,…

Hace un año todavía vivía en mi cuevita, compartía las noches conmigo misma y estaba a punto de recibir mi sentencia de divorcio (que llegó el día de mi cumpleaños, tiene tela). Preparaba una gran fiesta con mis amigos, que ahora están todos lejos, muchos de ellos aquí dentro, en mí. Comenzaba a enseñar a mi primera asistente en el trabajo y a desmotivarme con falsas promesas laborales y castillos en el aire. Estaba a punto de empezar una búsqueda de empleo que dio sus frutos en octubre, muchos meses después, cuando «tocaba».

Hoy, desenvuelvo este año nuevito desde un punto de partida muy diferente. No se si es la estabilidad sentimental, la cordialidad conmigo misma o una mezcla de ambas, pero me siento en calma. Tengo mis días malos, mis soledades, mis historias. Pero todo es menos grave, y cada vez me gusto más, o me rechazo menos, según como se mire. Cuanto más conozco a los demás, mejor me llevo conmigo misma.

Ya han pasado los posts de año nuevo, la navidad y lo que viene con ella parece que sabe rancio. Sin embargo, para mi lo verdaderamente simbólico y representativo es el momento de hacer balance y de trazar las ilusiones y objetivos de este nuevo año.

Todavía estoy en ese proceso de escribir mis objetivos. Este año quiero hacerlos más «pro«, com hace un par de años, por categorías: trabajo, hobbies, mundo interior, salud, etc. Lo que tengo claro son los campos que más esfuerzo me van a requerir: el trabajo, la salud y el mundo interior.

Sobre el primero, he de decir que me dedico a una profesión que no es la que quiero. Me re-descubrí en otra carrera hace dos años, y aunque es muy difícil de compatibilizar, espero poder continuar desarrollándola para algún día convertirme en una profesional independiente como la copa de un pino. El camino se hace andando y hay cosas que no son fáciles, pero lo conseguiré! (escribiéndoos esto, aprovecho para motivarme… jaja… auto terapia)

Con respecto a la salud, hace ya más de un mes que voy al gimnasio prácticamente a diario y quiero ser constante (la constancia, es uno de mis deseos para 2010). También quiero cuidar mi alimentación y establecerme unas normas para ser feliz comiendo, estar sana como una manzana y contenta como un colibrí.

Por último, el maravilloso mundo interior. Desde ahí, intentando explicarlo de manera no cursi, quiero encontrar el Amor que reside detrás de todas las cosas. El amor de la Comprensión, de la Paciencia, de la Constancia, de la Empatía, de la Calma, de la Tolerancia y del Respeto. Es un sentimiento de bondad que intuyo está presente más veces de las que somos conscientes, y en la calma y el silencio, tengo ganas de escucharle.

Ya os iré contando mis progresos y descubrimientos… Todos mis objetivos necesitarán un trabajito, pero ¡qué bien sabe después cuando has luchado por lo que recibes!

Este año quiero música, conciertos, viajes, encuentros, constancia, cine, momentos para mí y para compartir, consciencia de quien soy y lo que siento, ilusión, pies para caminar, ojos para maravillarse, deditos para escribir y boca para cantar.
Envuelto todo en una piel perfecta para sentir.

Y tú, ¿tienes objetivos para 2010? ¿Como se te presenta?

«Madness is my name
Madness is the game
I will play with you.
Madness is the kiss I’ll give to you
Wrapped in silver night
And you will never be the same»

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Este sentimiento no soy yo

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Image by monislawa

Soy la tristeza, la nostalgia, la melancolía, la desazón, la alegría, el egoísmo, la incertidumbre, la soledad, la generosidad, el amor, la pasión, la motivación, el desconsuelo, el abandono, la felicidad, la comprensión, la protección, el desamparo… ¿o no lo soy?

Me considero una persona sensitiva y por ello muchas veces cometo el error de dejarme llevar por la emocionalidad. Por eso, intento utilizar una táctica desde hace un tiempo (recomendada por el homeópata): aislar el sentimiento.

Se trata de ponerle nombre: ira, rabia, tristeza, abandono, melancolia…. lo que sea… Sentarlo a tu lado, personificarlo y hablarle. De esta manera sacamos el sentimiento de nosotros y lo miramos frente a frente, acercándonos más a su raíz.

Me quiero y me acepto en la medida en que voy evolucionando, despacito. Se que soy tan yo cuando soy encantadora, como cuando soy profunda, divertida, neurótica o desequilibrada. Sin embargo, quizá puede ser tan ajena la dicha como la infelicidad en algunos momentos. Ni yo soy el sentimiento de alegria extremo de algunos momentos, sintiéndome la persona más afortunada de la tierra; ni tampoco soy el sentimiento de desconsuelo y tristeza que llega a tirarse piedras sobre si misma.

Ni blanco ni negro. Supongo que lo más cercano al centro es ese equilibrio. Desde niña, cuando estaba muy efusiva me decían «vas a acabar llorando» y a menudo así era. Perdemos tanto las riendas y la energía a veces con la dicha, por ser algo «bueno», que ni cuenta nos damos de lo expuestos que nos quedamos con ese derroche. Guardando un poco de cautela en la felicidad, parece que me acompaña más la calma en la tristeza. Todo, bueno, malo o regular, es pasajero.

Cuanto más equilibrio, más presente. Apenas puedo ver más allá de varias semanas. Tanto presente hasta ha hecho que me coja el toro con los regalos de Navidad!
Supongo que nuestro interior es sabio e inconscientemente mi ser se centra en el presente para no perder el rumbo de cada paso. Tras tanto movimiento, mudanza, desarraigo y lento sembrar, es normal que lo de lejos me parezca borroso.

Este año quiero seguir desarrollando la facultad de «invitar a un te» a mis sentimientos. Ponerles nombre y mirarles frente a frente hasta ruborizarlos. ¿Como se atreve la melancolía a venir sin avisar? ¿por qué este desconsuelo? ¿Que tal le estarán sentando las vacaciones a mi motivación? ¿La alegría canta a Macaco? ¿La nostalgia toma el té con leche?

¿Soy yo este sentimiento o es un mero componente de mi universo?

Afuera el viento sopla, Aaron Thomas canta, a veces suena el móvil de bambú de la terraza, mi cobayita me hace compañia y mi tristeza se fue a dar una vuelta sin saber que yo le cerré la puerta con llave… ^.^

Y tus sentimientos… ¿tienen nombre? ¿con quien te tomas el té hoy?


Ayer descubrí a Aaron Thomas, mientras practicaba uno de mis hobbies, buscar música nueva en Fnac. Con los reproductores que te permiten escuchar un poquito de cada disco y echando un ratito ya he encontrado más de una joyita, y esta es una. El tema que he puesto es de su disco anterior, yo escucho ahora Made of Wood, su último trabajo. Os recomiendo escucharlo en su MySpace. Me parece un disco genial…

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Bufanda de rutina

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Entre el frío y el te, una bufanda de rutina ayuda y abriga. Parece que todo ha sido siempre como es ahora y hace días que he aterrizado en mi nuevo entorno. Son momentos en los que me sorprendo carente de pequeñas cosas que solo el tiempo me podrá dar.

Es curioso cuánto creemos que nos protege la rutina de lo conocido. El mismo entorno, los amigos, el trabajo que ya hacemos con los ojos cerrados. Cuando todo el cascarón cambia es cuando más cuenta me doy de la importancia que tiene el trabajo realizado con nosotros mismos.

No soy autodependiente, ¡ya me gustaría! Pero en los últimos años sí he aprendido a disfrutar más de mi misma y de las cosas que me gustan; algo que me ayuda en estos momentos en que mis mejores amigos están lejos. Llevándome al cine cuando estaba sola, regalándome pequeños momentos, paseos, aficiones… hice un fondo de ahorro para mi autodependencia.

Lamentablemente, este fondo me alimenta hasta quitarme el hambre, pero no me colma hasta saciarme por completo. Tendré que ir sembrando desde cero para enriquecerme de otras personas, como ya hice hace 8 años en una ciudad entonces nueva para mí (que me despidió con una fiesta hace 3 semanas).

Alguien me dijo que mi camino es un sendero en solitario. No que estuviese siempre sola, sino que el trabajo y la lucha los tendría que hacer por y para mí. Todavía soy muy inmadura emocionalmente como para aceptar la soledad. Hay algo el mí, el Niño interior, que se revuelve buscando consuelo y cariño fuera de sí, como cuando nos revelamos por no querer ir al colegio y sabemos que tarde o temprano tendremos que hacerlo. Es inevitable. Mirarnos cara a cara.

Escuchando

«Time exists but just on your wrist so don’t panic
Moments lasts and lifetimes are lost in a day
So wind your watches down please
‘Cos there is no time to lose
And I’m gonna stay here indefinitely
And I wanna stay here so just let me be»

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Humor propio

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Creo que he avanzado mucho en cuanto a la autoestima, sobre todo en el último año, pero también en los anteriores, desde que me di cuenta de que no tenía buena autoestima. No es ni alta ni baja, sino buena o mala. Y a menudo somos muy cueles con nosotros mismos.

Parecemos nuestro peor enemigo, buscando pegas; nada es suficiente muchas veces y no valoramos nuestros logros como quizá lo haríamos con las personas que queremos. ¿Será que no nos queremos bien? Yo creo que sí…

Todo esto me ha venido a la mente porque anoche tuve una crisis de ansiedad por una tontería, problemas informáticos y cansancio que me hicieron meterme en una espiral de la que me costó 2 horas salir. Que si me agobiaba molestar a quien me estaba ayudando, que si se estaba haciendo muy tarde y aun tenía cosas por hacer, que si que asco todo y que si que mierda yo y que sola estoy -porque en ese momento quizá solo me calma el afecto físico que no puedo recibir-.

Es cruel, y al dia siguiente de tener un bajón me siento fatal y culpable, cuando yo se que escucharía y trasnocharía por esa persona que me escuchaba en ese momento. ¡Cómo si yo tuviera el «deber» de estar siempre feliz y contenta! Así que cuando aun un poco rayada he salido a hacer gestiones de trabajo, dándome un buen paseo, me ha venido a la cabeza que soy un poco tonta por darle tanta importancia y que, ¿por qué no reirme un poquito de mi misma?

Ya esta bien de tanto exigir! Que no soy perfecta y a veces se me cruza un cable, me enfurruño, tardo un rato en desenfadarme y luego vuelvo a ser dulce, cariñosa y alegre. Ea!

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Expectare

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Image by angelfrmurnightmare7

Había leído hace un tiempo en casa de una amiga:

«No estoy aquí para cubrir tus expectativas
ni tú estás aquí para cubrir las mías.»

Como la mente es sabia, hace poco se rescató este recuerdo y la cita me ayudó a lidiar con mis sentimientos. No somos conscientes a menudo de nuestro tandem pensamiento-sentimiento y podemos caer en la incoherencia. Puedo decir: «no espero nada de ti», pero si me duele que no me llames, que no me apoyes, que no me digas «te quiero» en una dedicatoria, o que prefieras a otra persona en lugar de a mí; entonces, ya estoy esperando algo y contradigo mi afirmación; me engaño a mí misma.

El respeto a los demás es una base. Dejar estar.
Dar sólo de lo que tengamos es una actitud constructiva y sana hacia nosotros mismos. Por tanto, si no nos dan lo que nos gustaría, no van a hacerlo porque nosotros (nos) demos más y más. No tenemos que conquistar a nadie, más que a nosotros mismos.

Quiero tomarme un ratito, pensar qué es lo que espero de algunas personas vitales en mi vida, hacer una lista con mis expectativas, razonarlas y comprenderlas. Es curioso como muchas veces de alguien tan cercano como puede ser un familiar o un amigo no te planteas qué estás esperando de esa persona. «Que me quiera», dirían algunos, pero, ¿eso qué implica? ¿que te llame? ¿que te pregunte por tí? ¿que simplemente esté ahí cuando le necesites? ¿qué comparta las cosas del día a día contigo? ¿que tengáis una confianza mutua?

No es justo que te sientas decepcionado o desilusionado con alguien por simplemente no encajar las expectativas de ambos. Quizá podéis tener una relación más saludable comprendiendo la situación de cada uno (aunque lo hagamos de manera individual e interior cada uno de nosotros). Seguro que a más de uno le descoloca la pregunta «Oye, tú qué esperas de mí?», pero seguro que los resultados sorprenden a más de uno.

Son tantas cosas que a veces ni nos damos cuenta. ¿Es posible o es una utopía la no-expectativa? Supongo que como la autodependencia, nunca es al 100%. Es a lo largo camino cuando nos vamos dando cuenta de las cosas, soltando lazos y lastres y descubriendo por nosotros mismos (no por todos los millones de veces que lo leemos) que Todo está en nosotros. Aquí dentro, en nuestro cajón desastre.

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Semillas de flor de loto

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El domingo paseaba por la Feria Medieval cuando encontré un pequeño tesoro en uno de los puestos. Se trata de un mala («rosario» budista) pequeño, que llevo de pulsera, y está hecho de semillas de flor de loto.

Aunque al principio estaba excéptica de que fueran de verdad, en internet pude comprobarlo e investigar un poquito sobre sus propiedades. No he encontrado mucho directamente sobre la semilla, pero a mi me parecen mágicas. Juraría que los puntitos negros de las bolitas se han vuelto más intensos desde que la llevo puesta…

Me gusta su tacto. Son cuentas blancas con puntitos negros irregulares y un pequeño agujerito, por donde al parecer germina la semilla. He leído que las semillas de loto pueden llegar a germinar después de 300 años de espera. Es increible no?

Curiosamente, la flor de loto comenzó a despertar mi curiosidad hace unos meses, cuando buscaba motivos para mi próximo tatuaje. Aunque no encajaba en lo que yo buscaba, sí me ha dado ganas de conocer un poco más sobre esa flor símbolo de la lucha y la belleza, que nace de los lodos como una diosa perfecta.

El loto es un símbolo sagrado desde el principio de los tiempos. Siendo el agua la Madre y el fuego el Padre, el loto, que crece en el agua al calor del sol, se considera hijo de ambos y representa el poder dual y creador de la naturaleza.

«La semilla del Loto contiene ya antes de germinar el embrión de las futuras hojas, o sea que la semilla del Loto contiene dentro de sí una miniatura de la planta futura, hojas perfectamente formadas, “pétalos inmaculados”, miniatura de las plantas perfectas en que se convertirán algún día. Esto simboliza el hecho de que los prototipos espirituales de todas las cosas existen en el mundo inmaterial antes que se materialicen en la Tierra.

(…)
La raíz del Loto hundida en el cieno representa la vida material; el tallo lanzándose hacia arriba al través del agua, simboliza la existencia en el mundo psíquico; y la flor flotando sobre el agua y abriéndose hacia el cielo, es emblema de la existencia espiritual.»

Nace del lodo y se convierte en una flor perfecta; flota entre las corrientes y emerge siempre a la superficie, como una luchadora. Representa la victoria conseguida tras la superación de los fracasos. Por eso, más allá de por su belleza, me gusta más que nunca y me acompañará, en forma de semillas llenas de potencial.

Nosotros somos esa semilla repleta de energías que sólo nosotros sabremos como utilizar. Abramos los ojos y dejemos entrar a la inspiración del universo… 🙂

Más…

Excelente post sobre la Flor de Loto en el Blog de Nico.
Post de Fire sobre la Flor de Loto.