
Image by redenchantress
Ando desaparecía. Estoy 2 semanas de viaje por el norte de España y aunque contaba con tener más tiempo, entre trabajo, desplazamientos, exploración y acontecimientos varios, no he podido parar.
Es curioso esto de viajar sola; ayuda mucho a conocerse y a ver cómo reaccionamos en determinadas situaciones. Después de estar sometido al desenfreno de la actividad habitual, estas tú con tus circunstancias y tus sentimientos. Afloran nostalgias, sentimientos no indentificados y armonía; todo mezclado.
Yo ando mirando pa’dentro, deseando y soñando la vida que quiero. Una vez fijado el objetivo es mas fácil no perder el rumbo. Me gusta sentirme en movimiento. Mi vida no para, como bien dice Facto, estonosepara… estonosepara…
Me fascina pensar dónde estaré en unos meses, y casi no puedo ver en un año hacia delante. La vida ya no es tan previsible como parecía en mi etapa anterior, simplemente porque me he puesto al otro lado del timón. A veces «todo es ponerse», asumir responsabilidades, con sus temores correspondientes, y navegar…
¿Qué será de mí? ¿A dónde me llevarán los océanos que atravieso? ¿Llegaré a buen puerto o seguiré buscando mi isla desierta?
No lo sé. Y dar esta respuesta es tan sugerente como sobrecogedor. 🙂





