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Aprender

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«…Aprender es como encontrarse con un melocotón. Al principio sólo se ve lo áspero y rugoso. El fruto no parece demasiado atractivo ni tentador; pero después de pasar la primera etapa, se descubre la pulpa y el aprendizaje se vuelve jugoso, dulce y nutritivo.

Muchos querrán detenerse en ese momento, pero crecer no termina aquí. Más adelante nos encontraremos con la dura madera del hueso. Es el momento del cuestionamiento de todo lo anterior, el momento más difícil.

Si nos animamos a traspasar la dura corteza del apego a lo jugoso y tierno de lo anterior, si conseguimos sumar lo nuevo a lo viejo para sacar partido de ambos, llegaremos a la semilla. El centro de todo. La potencialidad absoluta. El germen de los nuevos frutos. El comienzo de un nuevo ciclo de aprendizaje al que sólo es posible llegar atravesando ese vacío desde el cual todo es posible…»

– «Cuenta conmigo», J.Bucay
Gracias Libélula por esta joyita

6 respuestas a «Aprender»

¿Y si cambio mi semilla de melocotón por una pepita de sandía que son más fáciles de acceder? ¿Puedo? ¿Puedo? . . . =**

En mi opinión ‘Aprender’ es aquel viaje sin meta, o mejor dicho aquel viaje en el que soñamos con alcanzar todas las metas posibles, y tenemos la oportunidad de explorar un número infinito de islas desconocidas..Es interminable y nos rejuvenece..¡siempre!

Mujer Sonriente: Son más fáciles pero no tan jugosas, y además, la piel de una sandía parece mucho mucho mas dura que la de un melocotón, aunque luego se llegue antes a la semilla. Respondiendo a tu pregunta, puedes puedes puedes! :)*

An: Que sabiduria en tus palabras, si señor, estoy de acuerdo. Bicos!

Tongue: estás hecho un poeta. Explorar un número infinito de islas desconocidas, eso es aprender. Y como viajar, rejuvenece y enriquece. Un abrazo enorme!

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