Tres lunas tardé en volver a encontrarme en Lanzarote. Esta vez la isla nos recibió verde y hermosa y tuve el placer de compartir mis descubrimientos con alguien especial.
Compartir, encontrar, disfrutar, fluir, inspirar, abrazar, dejarse llevar.
Lanzarote tiene un magnetismo especial. Me recuerda a Australia, a esas montañas rojas del desierto que me quedé con ganas de explorar a fondo. Es la combinación perfecta de la fuerza de las entrañas de la tierra y el océano Atlántico que llevo en mí. Quizá por eso me siento tan feliz allí.
Disfruto comprando en el mercado de Uga, hablando con sus gentes, observando los cielos infinitos, los dibujos de las nubes que pasan sobre los volcanes. Conozco Femés, Playa Blanca está a nuestros piés, me vuelvo a maravillar con los Hervideros y las salineras, veo anochecer en El Golfo. Paseo por Famara como por mis playas gallegas, perdiéndome y encontrándome.
Abrazos, gatos, papas con mojo, gente de la que no te quieres desprender, viento oceánico, tierras ardientes. Eso es (mi) Lanzarote.
Medicina para los sentidos a consumir mínimo dos veces al año. 🙂
Cierro los ojos y vuelvo a encontrarme allí…. inspiro…
Y si quieres sonreír, escucha esta nana canaria que me hace bailar y reír por casa…
5 respuestas a «Tres lunas»
Si que tiene algo especial si…
La fusión del negro, el azul, y el verde… lo hacen un rincón precioso
Aunque por bonito que fuera, creo que seguiría quedándome con su gente, por mucho que viajes… encontrar personas así, es una gran dicha.
Un abrazo
La isla, la gente, el olor, el sol, la brisa, los amigos… en fin, muchas cosas para plantearse el 2 al año!
¿Y por qué no 3 veces al año? ¡¡Hay que ser ambiciosos!! Jajaja.
Es hermoso y emociona ver como describes, te maravillas y enamoras de este pequeño lugar en el mundo.
Besos.
¡Entran ganas de hacer un viaje contigo!
Al próximo…me apunto…eahhh!!!!