El Curioso Incidente del Perro a Medianoche

Cuando fui por trabajo a Barcelona y Zaragoza me llevé un libro que me había comprado hace poco, para intercalar con otro que estoy leyendo. Es lo bueno que tienen los viajes, suponen un paréntesis, hasta a nivel literario. (y es el problema de leer un libro de 800 páginas que pesa kilos, que es difícil llevarlo de viaje…)

Leí «El curioso incidente del perro a medianoche», de Mark Haddon, y he de decir que aunque me lo esperaba de otra manera, me gustó bastante. El protagonista, Christopher sufre autismo de alto funcionamiento (gracias Blasfuemia) , que en ocasiones le hace parecer superdotado, por su capacidad mental para lós cálculos o su memoria fotográfica, pero esto mismo puede volverse en su contra porque demasiada información le satura. Odia los lugares con mucha gente, y más si es desconocida, le produce confusión; no le gustan las metáforas, porque, como ser analítico se ciñe a su significado literal, que carece de lógica; por ello también odia las ironías, los chistes, etc.

En este libro pasarás un rato en el mundo de Christopher, que comienza tratando de resolver un misterio, pasando luego a toparse con misterios de su propia vida, que le harán cuestionarse muchas cosas, enfrentarse con sus mayores miedos. Odia las cosas marrones o amarillas, no puede comer un alimento si se ha rozado con otro, tiene una rata doméstica como mascota y escribe este libro en primera persona, utilizando la forma de escribir de un niño.

Os dejo algun fragmento que me ha gustado:

«Y la gente que cree en Dios piensa que Dios ha puesto seres humanos en la Tierra porque piensa que los seres humanos son el mejor animal, pero los seres humanos sólo son un animal y evolucionarán hasta ser otro animal, y ese animal será más listo y meterá a los seres humanos en un zoo, como ponemos a los chimpancés y a los gorilas en el zoo. O los seres humanos cogerán todos una enfermedad y se extinguirán o producirán demasiada contaminación y se matarán a ellos mismos, y entonces sólo habrá insectos en el mundo y ellos serán el mejor animal.»

«Miré el cielo mucho rato. Me gusta mirar el cielo por la noche en el jardín. En verano, a veces salgo con mi linterna y mi planisferio, que está hecho de dos círculos de plástico con un alfiler en el centro. (…)
Y cuando miras el cielo sabes que estás viendo estrellas que están a cientos y miles de años luz. Y algunas de las estrellas ni siquiera existen ya porque su luz ha tardado tanto en llegar a nosotros que ya están muertas, o han explotado y han quedado reducidas a enanas rojas. Y eso te hace sentir muy pequeño, y si en tu vida tienes cosas difíciles es agradable pensar que son lo que se llama insignificantes, es decir, que son tan pequeñas que no tienes que tenerlas en cuenta cuando haces un cálculo»
(esta parte y alguna más me han recordado un poquito al Principito…)

«El mundo está lleno de cosas obvias de las que nadie se da cuenta nunca ni de casualidad»
(Leído por Chritopher en el Perro de los Baskerville, su libro favorito)