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Soy la tristeza, la nostalgia, la melancolía, la desazón, la alegría, el egoísmo, la incertidumbre, la soledad, la generosidad, el amor, la pasión, la motivación, el desconsuelo, el abandono, la felicidad, la comprensión, la protección, el desamparo… ¿o no lo soy?
Me considero una persona sensitiva y por ello muchas veces cometo el error de dejarme llevar por la emocionalidad. Por eso, intento utilizar una táctica desde hace un tiempo (recomendada por el homeópata): aislar el sentimiento.
Se trata de ponerle nombre: ira, rabia, tristeza, abandono, melancolia…. lo que sea… Sentarlo a tu lado, personificarlo y hablarle. De esta manera sacamos el sentimiento de nosotros y lo miramos frente a frente, acercándonos más a su raíz.
Me quiero y me acepto en la medida en que voy evolucionando, despacito. Se que soy tan yo cuando soy encantadora, como cuando soy profunda, divertida, neurótica o desequilibrada. Sin embargo, quizá puede ser tan ajena la dicha como la infelicidad en algunos momentos. Ni yo soy el sentimiento de alegria extremo de algunos momentos, sintiéndome la persona más afortunada de la tierra; ni tampoco soy el sentimiento de desconsuelo y tristeza que llega a tirarse piedras sobre si misma.
Ni blanco ni negro. Supongo que lo más cercano al centro es ese equilibrio. Desde niña, cuando estaba muy efusiva me decían «vas a acabar llorando» y a menudo así era. Perdemos tanto las riendas y la energía a veces con la dicha, por ser algo «bueno», que ni cuenta nos damos de lo expuestos que nos quedamos con ese derroche. Guardando un poco de cautela en la felicidad, parece que me acompaña más la calma en la tristeza. Todo, bueno, malo o regular, es pasajero.
Cuanto más equilibrio, más presente. Apenas puedo ver más allá de varias semanas. Tanto presente hasta ha hecho que me coja el toro con los regalos de Navidad!
Supongo que nuestro interior es sabio e inconscientemente mi ser se centra en el presente para no perder el rumbo de cada paso. Tras tanto movimiento, mudanza, desarraigo y lento sembrar, es normal que lo de lejos me parezca borroso.
Este año quiero seguir desarrollando la facultad de «invitar a un te» a mis sentimientos. Ponerles nombre y mirarles frente a frente hasta ruborizarlos. ¿Como se atreve la melancolía a venir sin avisar? ¿por qué este desconsuelo? ¿Que tal le estarán sentando las vacaciones a mi motivación? ¿La alegría canta a Macaco? ¿La nostalgia toma el té con leche?
¿Soy yo este sentimiento o es un mero componente de mi universo?
Afuera el viento sopla, Aaron Thomas canta, a veces suena el móvil de bambú de la terraza, mi cobayita me hace compañia y mi tristeza se fue a dar una vuelta sin saber que yo le cerré la puerta con llave… ^.^
Y tus sentimientos… ¿tienen nombre? ¿con quien te tomas el té hoy?
Ayer descubrí a Aaron Thomas, mientras practicaba uno de mis hobbies, buscar música nueva en Fnac. Con los reproductores que te permiten escuchar un poquito de cada disco y echando un ratito ya he encontrado más de una joyita, y esta es una. El tema que he puesto es de su disco anterior, yo escucho ahora Made of Wood, su último trabajo. Os recomiendo escucharlo en su MySpace. Me parece un disco genial…
5 respuestas a «Este sentimiento no soy yo»
A mi también me decían cuando estaba muy efusiva de pequeña «vas a acabar llorando» y así era. El día de mi cumpleaños siempre había alguien que me hacia llorar y no precisamente de alegría… tal vez por eso, ahora a pesar de sentir mucho también contengo mucho… ¿mal hecho? Tal vez, habrá que invitar a tomar un té a esa costumbre de contención y llegar a un acuerdo.
Besos guapa!!
Bueno, me quedo esto para leermelo después, en silencio, con mucha más calma… porque ni pintado.
Felices fiestas, Brumi, te deseo lo mejor en estos días, cerca de tu Atlántico y en tu nuevo lugar.
Besos!
Me encanta eso de sentir las emociones, de ponerle nombre a nuestros sentimientos…porque así..se ven mucho más claros y se viven de una forma más intensa.
Yo aún no los había invitado a tomar el te, les tenía algo de pánico, a algunos de ellos..y muchas veces los dejaba por fuera de casa..
Me quedan tantas cosas por APRENDER!..y que satisfacción da, encontrar rincones en el mundo que nos aportan tantas cosas 😉
Me encanta eso de… + equilibrio + presente!
¡Felices Fiestas Bruma!
MUAKS!
Yo soy tristegre.
Guau! cómo me ha gustado este post! También me lo quedo para releer con calma, como Sula…
Yo tendría mi salón de té abarrotado de gente, porque la Navidad es eso lo que me provoca, un torbellino de sensaciones que normalmente me dejan agotada.
Hay momentos en los que me cuesta seguir el ritmo frenético de estos días. Pero sinceramente, me encanta!!! ¿seré un pelín masoquista?
Viva la Navidad y felices fiestas a todos, especialmente a ti, Brumita!!!!