Si yo fuera Dios
y tuviese el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
-de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso;
entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día,
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo, mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando -luego- callas…
(Escucho tu silencio…
…Oigo constelaciones: existes.
Creo en ti…
Eres…
Me basta.
Me encantó este poema y por eso lo hice podcast.
Es delicioso, engendrado en la sinceridad, el amor y el deseo.
¡Espero que os guste!
Salud, poesía y ganas de sonreir. 🙂
5 respuestas a «Podcast: Me basta, de Ángel González»
Con los pelos como escarpias…
Gracias por traerlo y compartirlo.
Besos!
Hermoso. Gracias por traerlo… otro abrazo.
Conmovedor, delicioso, tierno…igual que esa ola que emerge con algunas caracolas 🙂
simplemente sin palabras….necesito encontrar a un ser adecuado a mi….te quiero bruma
Dan ganas de escucharlo en la playa, con los ojos cerrados, el olor a sal, el sol en la cara, el sonido de las olas y toda la imaginación al servicio de sus palabras.