Categorías
Desde mis Brumas En mis ojos Mi Camino

Botas

Muchos pasos he dado este año, unos más dolorosos que otros.
Literalmente, muchos fueron los pasos que completaron los 200km que hice del camino de Santiago, tanto físicos como mentales. Esta imagen es muy especial para mí por varios motivos:

1. Me gusta mucho.
2. En ese punto exacto me encontré poco después con Raquel, la que fue mi ángel de la guarda, y junto con Antonio, llegó conmigo a Santiago. Compartimos mucho y espero que sigamos haciéndolo.
3. La imagen pertenece al albergue donde pasé mi primera noche, en Vega de Valcarce, León. Era un lugar alegre y pese a no tener tantas instalaciones como otros albergues que encontré después, puede ser mi preferido por el ambiente que teníamos allí. Pasé la primera noche algo inquieta, en una habitación llena de franceses, y un señor que roncaba alegremente a mi lado.
4. Las botas dispares que se juntaban simbolizaban esas pequeñas comunidades de personas tan distintas que se formaban cada día, compartiendo dolores, conversaciones, sonrisas, o simplemente algunos pasos del camino.

Aquel día llegué a media mañana y pasé el día conmigo misma: llevándome a comer y reponer fuerzas, echando la siesta junto al río del pueblo, leyendo (creo que fue el único día que lo hice!), paseando en chanclas por un bosque donde vi una ardilla y escribí bajo un roble centenario, cenando un rico bocadillo de queso junto al río, acariciando al gato del albergue, charlando por teléfono y tranquilizando a mi gente sobre mi aventura en solitario…

Los primeros días siempre se recuerdan con nostalgia, ¿verdad? Allí comenzó lo que vino después, solo por eso ya es memorable. 🙂

Cuéntame tú, si este año es un camino, ¿como son tus botas? ¿se te han quedado muy gastadas? ¿tienes heridas?

Escuchando… y añorando…

8 respuestas a «Botas»

La foto es curiosísima y, como dices, una perfecta metáfora…
Si mi año, como lo son todos, ha sido un camino, mis botas serían… mejor dicho, mis botas estarían gastadas, pero sin haber llegado a romperse, se habrían amoldado perfectamente a mi pie, lo único que mis pies han acabado con algunas durezas porque ha habido tramos demasiado difíciles o de una extensión inesperada o días de mucho calor que han hecho que mis pies se hinchen y mis botas parecieran pequeñas… pero lo mejor de todo es que al final, he conseguido estar a gusto en mis botas.
Muchos besos, Brumis!

Pues este año para mi el camino está siendo dificil, oscuro, no lo he elegido yo….mis botas me han hecho heridas y quizá están gastadas pero de dar un paso para adelante y dos paras atrás.

Me gustaría ser capaz de comprarme unas mejores y acertar en la elección, y que mis pies se sintieran agusto aunque el camino tenga obstáculos.

Mil besos preciosa.

Buenas tardes,
como nuevo en tu camino me asomo.
La foto es curiosa
Mi camino de este año no es sino la continuación del emprendido hace ya mucho tiempo, pero como las botas son buenas se ha hecho corto y no espero sino que lo pueda seguir el año que viene.
Unos compañeros vinieron, otros se fuerón, pero todavía quedamos algunos del principio.
Ha tenido sus repechos, sus tramos sin sombra, sus lugares umbrios donde pararse a descansar y reponer fuerzas, y lo mejor de todo, ha tenido ganas por parte de todos en hacerlo mas facil.

Hola a todos!

Tronan: |:-)*

Sula: que alegria leerte. Es chula la foto eh! De regalo de navidad te voy a poner unas plantillas calentitas, para que pases lo que falta para el año nuevo mas a gustito. Eres una valiente, has pisado bien fuerte y eso a veces hace daño. Camina despacito con tus botas nuevas, pero igual de segura.
Un abrazo grandote!

Eva: elige tus botas con coherencia, dejando que la piel ceda lentamente y se ajusten a ti, y sobre todo, que cuando las lleves, a cada paso, te sientas tu misma. Eso es lo mas importante. Es uno de los deseos que le pedí al 2008 y cuando ha pasado, veo que se está cumpliendo.
Te dejo una cremita para pies, para refrescarte y ayudarte en el cambio de zapatos. ¿que tal unos dias descalza?
Beso, corazon.

Tumulario, bienvenido. 🙂
Bien hiciste en su momento en invertir en unas buenas botas, para que el camino no se te haga pesado, muy bien. Las personas se van cruzando, y cada uno va dejando lo suyo en nosotros. Dejar marchar también es un arte, lleno de sabiduria. Disfruta de los buenos tramos y pasa con fuerza por los tramos mas pesados.
Un abrazo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *