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Marlango… ¡en directo!

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Por fin, allí estuve, despues de haberlo intentado en febrero en Barcelona, vinieron por el sur y no perdí la oportunidad. Está claro que las cosas pasan cuando tienen que pasar…

Iba a ver el concierto con alguien muy especial para mi, que por motivos laborales no pudo estar a mi lado… Sí lo hizo al otro lado del teléfono, bailamos juntos de esa manera, e incluso tocaron nuestra canción, ante mi asombro, pues es una versión de Radio Futura y no un tema propio, por eso no contaba con que la cantasen.

El concierto en sí fue una delicia. La escenografía sencilla pero combinando luces y colores le daba un ambiente muy Marlango, especial, elegante… Los músicos entraron individualmente y comenzaban a sumarse al grupo: batería, bajo, guitarra, trompeta, piano… y finalmente esa voz sensual y elegante, entonando el comienzo de «Days are tired»

A éste le siguieron muchos temas, como el Pequeño Vals, Hold me Tight, It’s All Right, Shake the Moon, y más y más de mis temas preferidos… Realmente disfruté el concierto en toda su esencia. Los músicos excelentes, especialmente el batería nos hizo vibrar con su personalidad. Una Leonor en sus primeros meses de embarazo lucía preciosa, bailando e interpretando como solo sabe hacer. Como anécdota el momento en que se tragó un mosquito, y luego entre la historia y la risa, le costó reanudar la letra de la canción.

Como momentos: la compañía al otro lado del teléfono, que tocasen Semilla Negra y Vete, dos versiones en español que me encantan, y la interpretación y versión de «Shake the Moon» y como dice la canción…

«Squeeze the universe between your fingers…»
(gesticulando como si realmente exprimieses el universo entre tus manos)

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Echo una moneda en mi gramola, bajo las luces y comienzo a bailar…

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Deshaciendo maletas…

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Sumida en el océano y la materia a mi alrededor…

Poco a poco voy aterrizando en el mundo real, de manera apabullante, con todo el trabajo esperándome, nuevos retos, los efectos de la crisis en el trabajo, nuevas estrategias para defendernos de ella (que maligna es la crisis!:P), etc. etc.

Voy deshaciendo la maleta y dándome cuenta de lo que traigo conmigo…

– Caminos, muchos caminos, flechas amarillas…
– Peleas de algas
– Bosques infinitos
– Visitas a Mi Mar
– Bocadillos de tortilla de mamá (que luego me como conmovida pensando en ella)
– Compota de manzana hecha con amor
– La complicidad de Che y Fita
– Las dotes de bricolaje de mi hermana
– Bailando un vals con mi vestido hippy
– Un ángel de la Guarda en el Camino
– Momentos de silencio y confluencia en el Obradoiro, frente a la magnífica Catedral de Santiago
– A mi ardilla Lola (que ya os presentaré)
– Amor perruno con Rita
– Sentimientos incontenibles
– Una barbacoa en un bosque mágico
– Una nueva serenidad para afrontar mi soledad

He desconectado, por supuesto, pero reconozco sentirme extraña a mi llegada. Quiza por traerme nuevas herramientas, o nuevas ideas para mi día-a-dia que no se bien como emplear. Sigo sensible, sensitiva y como pasa despues de una epoca de mucho movimiento (en mi caso: crisis, ganas de partir, camino, visitas express a la famila, «coraje» por volver, vuelta), te quedas parado diciendo ¿y ahora que?.

Ahora cautela, observación, tranquilidad (no me costará mucho dada la cantidad de gente de vacaciones estos dias) y serenidad, para jugar con esta balanza del equilibrio, moviendo los pesitos de sitio hasta encontrar la paz. ¿No es al fin y al cabo eso la vida? Como jugamos con los pesos de la balanza de un lado al otro, quitando unos, poniendo otros, balanceándonos… 🙂

No se me han caido tantas cosas de la maleta como hubiera querido, cosas que tienen raices en la memoria, en el mundo que me rodea, en el aquí. Supongo que con los recuerdos y los lazos pasa que no se pueden borrar de un plumazo, y solo el tiempo traerá otros nuevos que irán echando a un lado a los que hoy tenemos tan cerca.

Me imagino la mente como un océano en el que las cosas se hunden despacio despacio… Tras un naufragio flotan los recuerdos, pero poco a poco se asientan y encuentran su sitio en el fondo, o a un ladito, sobre una roca…. Las mareas pueden cambiarlos de sitio, las algas pueden adornarlos, pero ahí están, náufragos de la mente.

No me hacen daño estos náufragos, los dejo estar mientras quieran, consciente de su estancia efímera (como todo en esta vida…). Como decía con las penas, que naden que naden…

¿Y vosotros? Que os traéis en la maleta? Qué equipaje os gustaría perder? 😉

También me traje en la maleta este descubrimiento musical…

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Romeiro ao lonxe…

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Image by l337m4st3r

Todavía no estoy lejos de mi tierra, todavía respiro los bosques, los mares, los abrazos, las sensaciones, pero no me queda mucho.

Ayer llegué a Santiago como este caracol precioso: con mi mochila a cuestas, despacito… hasta encontrarme en esa plaza del Obradoiro que me abrazaba más que nunca, mientas un gaitero comenzaba a tocar y las lágrimas a rodar por mi rostro, tras 9 intensas jornadas, algunas de ellas muy duras, otras maravillosas.

Podría contaros muchas cosas, lo haré, cuando recopile y organice mis imágenes, quizá cuando esté ya de vuelta, pero no podía esperarme a comunicar un poquito.

El camino sigue, esto no se para

Antes de acostarme, que mejor que Luar como canción de cuna…