Mientras me recupero de mi resfriado, antes de meterme en la cama con Frenadol, mi amante caliente con sabor a limón, os traigo un nuevo capítulo de El Principito.
En este capítulo conocemos a la flor, objeto de su amor y su melancolía, tan dulce y hermosa como frívola y caprichosa.
¿Queréis conocerla?
P.S.: Me he divertido mucho haciendo las voces… incluso el bostezo! jajaja… Feliz semana!