Pum…
Un leve sonido retumba en el vacío…
Llama tu atención y despierta tus sentidos…
Pum….
Una caricia, un suspiro, un susurro…
Estremece tu espíritu, tu cuerpo, tu esencia…
Pum… Pum…. Pum….
Un beso suave, carnoso, en el alma…
Se enreda, se pierde, te llena, te atrapa….
Pum…..
Sutil… bautizo de rocío…
caminando de puntillas por tus labios…
Húmedo, ingrávitto… palpitando…..
Pum….
Centellas de colores se despliegan a tu alrededor….
Se enredan en tu cuerpo, te llevan, te elevan…
Morado, azul, rosa, violeta… te envuelven, te ciegan…
Lenguas de fuego… es tu melena una bandera…
Ardor liberado, arañazos en las venas…
Pum…..
La piel erizada, caricias de arena, fugaces y eternas….
Desnuda te muestras, recibes la vida,
… calor, noche y día….
Haz de luz en la negrura, carne trémula,
candor de hoguera, luz de luna….
Pum….
Pum….
Aroma salino, tempestad en el silencio,
cuerpos rompiendo acuosos en el tiempo….
Vaivén inconsciente, música divina,
tierra, aire, mar y fuego,
lluvia que quema, brisa de arena…
Pum…. pum….
Amanecen las centellas anaranjadas,
ritmo melódico, furia pausada….
Susurros de azúcar, caramelo en la mirada….
Mecen los sentidos los caprichos y las ganas…
Pum…
Lentamente…. besos de agua….
Pum…
Cae la noche, sube la marea,
te inunda la nostalgia…
Pum…
Te abrigan las palabras,
te duermes extasiada….
Serena, cautivada, hermosa, fascinada….
Resplandores fulgurantes se difuminan al alba,
fuegos artificiales, lágrimas encadenadas….
El sentido de la vida cincelado en las retinas;
colores infinitos, pasión encendida.
ACTUALIZACION:
Alguien muy cercano a mi, alguien que me ha hecho grande, me ha hecho un regalo conmovedor… y es hacer una lectura musical de mi escrito «Fuegos Artificiales», recogido en este post. No hay palabras, pero la belleza de su lectura merece ser compartida, y espero que no le importe… Gracias Anónimo. Quérote.
8 respuestas a «Fuegos Artificiales»
Hace poco más de una hora, alguien especial me dijo que los fuegos artificiales eran un bonito simbolismo de la vida.
Y le doy la razón, y analizo el momento, porque solo en la inmensa oscuridad puede percibirse, en todo su esplendor, tal explosión de luz y color.
Donde solo había silencio y oscuridad, algo explota, iluminando una vida, dibujando una sonrisa, llenando el firmamento de colores brillantes que dan sentido a todo, que dan valor a esa oscuridad.
Y ahora yo miro al cielo, oscuro, silencioso…, y mientras la Luna creciente me observa, yo busco en el firmamento esa explosión de luz y color, que inunde mi corazón y me dibuje una sonrisa…
Buscando…, buscando…, quizás encuentre una estrella fugaz, que me regale su energía para hacer mi deseo realidad…
Y la Luna sigue observándome, haciendo suyos mis sueños, guardándolos dentro de sí, transformándolos en luz…, y creciendo, para iluminar al mundo con ellos, con lo que sueño, con lo que siento…
Bruma…, me encanta compartir la magia contigo 🙂
No sé por qué me sentí identificada cuando leí estas bellas palabras, Brumis. Solo sé que todas realmente me llegaron, y que algunas ya se quedaron grabadas en mi, porque son hermosas, como la vida a la que le temo tanto.
Esto me hizo acordar a un «cuentito» de Galeano, que transcribo porque me parece otra belleza:
» El mundo.
Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende. »
Y entonces digo: gracias, Brumis, por ser uno de esos fuegos que arden la vida con tantas ganas.
Un abrazo.
A mi los fuegos artificiales me despiertan un yo interno.
Ojalá yo fuera uno de ellos.
Besos!! :*
Booommm, ¡la liberación!, después de la Calma, la Reflexión, el Impulso… y Zasssss, de nuevo, un Universo por explorar, un Mundo cromático, donde el negro ahora desvela sus tonos… pufff a Imaginar!!
Me alegro Bru, de haber estado en este ‘tu’ momento, y si entre todos hemos conseguido soplar(te) mejor aún.
Ahora, sólo espero que tú estés en el mio.
Ahora, me toca a mi y lo único que tengo es miedo
Sorry, hoy soy yo la blandita 🙁
Animos, Bel, que el miedo a menudo no es más que un fantasma que se alimenta de él mismo.
Claridad y fuerza para que puedas ver y afrontar…
Y mucha luz, siempre.
Un abrazo.
…indudablemente e infinitamente sublime… precioso… tan enormemente intenso que me ha producido esa sensación de ofusquedad ante las situaciones cargadas de emociones… ese borroso difuminado de la amalgama de sentimientos percibidos que necesita de un segundo encuentro para discernir poco a poco todo lo que abarca… como pararse en un momento… y encontrarlo… de repente… tal genialidad… me desconcierta… pero por su belleza… es indescriptible… no tengo palabras… o quizá demasiadas y me sea imposible transcribirlas… es enormemente bello… no sería posible una similitud tan grande y tan cargada de simbolismo…
…y es ella la que me hace encontrar otra mediante algo tan fascinante como lo es la observación… ya que al observar tu ojo y la foto de los fuegos artificiales (aunque se asemeja a un fractal)… es cuando imagino el iris de la mirada… como es capaz de estallar en miles de colores… de sensaciones… de sentimientos… transformando una mirada en algo tan enormemente bello y que hace innecesarias las palabras… como nuestros contornos se mueven… se contraen… se dilatan… cambian de formas según la pupila lo hace… ese espacio infinito que son nuestras pupilas… donde todo se refleja… quizá contemplar fuegos artificiales sea una semejanza metafórica… de la observación simultánea de miles de sensaciones… en silencio… sin decir una palabra… como si unos inmensos ojos nos estuviesen mirando… y brillando sólo para nosotros… en la oscuridad de la noche… acercándonos un poco más a nosotros mismos… haciendo callar al mundo… y que el tiempo se pare… para poder simplemente observar… sentir… sonreír… y que cada color caiga despacio… cada pequeña chispa… que se acerca hacia las estrellas… tiñéndolas unos instantes… festejando una noche arropada por la luna… allí en ese espacio… el de las miradas… allí… el de los sentimientos… solo escucha… en ti… pum pum…
Pum!!! Todo ello sentí al entrar ayer, tras la lluvia, un arco iris, por la ventana.
Tú, estabas también aquí, mágica, naranja, íntima, cálida. Como tú, como nuestro «Che».
Vuela hacia donde quiera que esté tu camino.
Quérote, mi pequeña ardilla 🙂
Mil sonrisas…
«Libélula»
Importarme, Brumita?… sería un honor para mí…
Avantti… ingrávitto.
Besos a repartir.
Ché