Hay momentos en la vida en los que, en pequeña o mayor magnitud, por mucho que hemos peleado, anhelado, visualizado y confiado, no conseguimos aquello que queremos.
En ese momento, puede serla rabia la que tome el timón, la frustración se torne en forma de lágrimas, y ambas nos revuelvan por dentro ante aquello que se escapa de nuestro control.
Cuando sabes luchar, pelear y dejarte la piel por aquello que quieres conseguir. Cuando tienes fe, ilusión y optimismo en la vida, saber perder se vuelve fundamental.
Aferrarte a esa fe, esa razón por la cual no lo has conseguido, que ahora no entiendes, pero algún día quizá entenderás.
Levantarte y continuar caminando, mientras la herida se seca al aire y las lágrimas al viento.
«…hablemos de ruina y espina
hablemos de polvo y herida de mi miedo a las alturas
lo que quieras pero hablemos
de todo menos del tiempo
que se escurre entre los dedos
hablemos para no oirnos
bebamos para no vernos hablando pasan los dias
que nos quedan para irnos
yo al bucle de tu olvido
tu al redil de mis instintos
maldita dulzura la tuya
maldita dulzura la tuya
maldita dulzura la tuya
me hablas de ruina y espina
te clavas el polvo en la herida me culpas de las alturas
que ves desde tus zapatos
no quieres hablar del tiempo
aunque este de nuestro lado
y hablas para no oirme
y bebes para no verme
yo callo y rio y bebo no doy tregua ni consuelo
y no es por maldad lo juro
es que me divierte el juego
maldita dulzura la mia
maldita dulzura la mia
maldita dulzura la mia
maldita dulzura la nuestra…»
Post Data: Y entre problemas de internet en casa y el desenfreno habitual, no escribo tanto como quiero, pero asomo la patita…
Me acompaña en mi día-a-día el delicioso último disco de Vetusta Morla, Mapas. No pensaba que pudieran ni llegar al nivel del disco anterior y sin embargo en ocasiones pienso que lo superan. Es un trabajo impecable, en su línea, con letras profundas y de calidad y su estilo musical propio.
Me decía Katreyuk, mi mentor en Vetusta, que a él cada x tiempo le fascinaba una canción mientras que las iba descubriendo, y ya va por el disco entero! A mí me pasa algo parecido. Me conmueven y emocionan muchas de ellas pero hoy coge el timón esta Maldita Dulzura que sonaba esta mañana en mi coche con las ventanillas abiertas, surcando campos amarillos con chicharras cantando… 😉 El verano ha llegado, no hay duda.
Facto Delafé y las Flores Azules me regalaron algunas de mis canciones preferidas y su estonosepara me acompaña hoy y siempre, en su aplastante y rotundo caracter.
Después de su separación, las primeras novedades vinieron de parte de Delafé y las Flores Azules, sin Facto. Ilusionada por escuchar el nuevo disco, me sentí decepcionada y encontré el ritmo happy al que nos tenían acostumbrados sin el contenido sustancial y la profundidad que ahora sé era Facto quien la aportaba. Me dio la sensación de que sobre explotaban el buen rollo de su música.
Facto encontró nuevos amigos para acompañarle en su nueva aventura musical, sus amigos del norte, entre los que se incluye mi querida Nubla. Siguiendo en Twitter a @factoyamigos y @nubla me enteré que el disco ya estaba disponible y desde ayer lo escucho en Spotify. Y he de decir que esto ya es otra cosa.
En F.A.N., el nuevo trabajo de Facto y sus amigos, podemos encontrar canciones buenrolleras sinceras y alegres, con sabor a verano, crema de sol, ritmo urbano, tinto de verano, baile y vida. Sin sobreexplotar un mundo de colores que no hace falta pintar, los colores ya están ahí. Ahora Nubla y Ms Maiko ponen una nota femenina que aporta más calidad al grupo y como ellos dicen están en igualdad, 2 hombres y 2 mujeres, dando lo mejor de sí.
Como ellos mismos dicen:
«El trabajo, 10 cortes que duran poco más de media hora, es la dosis prescrita por el grupo para alejar preocupaciones y abandonar quebraderos de cabeza en la superficie del botón de Play. Una decena de temas que no temen pasar factura a los tics de nuestra sociedad, demasiado inmediata y previsible, con versos deslenguados, golfos y, sobre todo, dotados de una fina ironía , poniendo de relieve una manera de abordar el mundo con consciencia y un gran sentido del humor.»
He de decir que su primer single es de los temas que menos me ha gustado, por eso me «asustó» un poco cuando lo escuché hace meses y pensé que el disco no me gustaría, pero si! Es una maravilla, dispuesto a ser paladeado con las ventanillas abiertas y el viento revolviendo mi pelo a todo volumen.
No hay muchos temas online y hasta que tenga el disco no podré compartirlos en condiciones, pero el disco completo lo podéis disfrutar en Spotify, aquí. Me encanta su tema de presentación del grupo, F.A.N., y para bailar al son de esta lucha mágica que tendremos hoy os dejo el segundo single, Tropical.
Ea, a disfrutar de este verano que ya tenemos aquí!
¡¡Galicia Tropical!! 🙂
Llegamos a Estocolmo a la caída de la tarde, cuando el sol estaba todavía muy alto en el cielo debida la cercanía del verano. Desde un aeropuerto a una hora y media de la ciudad, atravesamos los campos verdes hasta la extenuación, maravillándonos al llegar a Estocolmo con el encanto de las islas que lo componen, la gente disfrutando en terrazas y muelles, celebrando el sol y la luz que les inunda.
Olivia y yo nos fuimos a dormir cerca de las 11 y aún había luz en el cielo; a las 4 de la mañana salió el sol y cuando salimos a la calle a primera hora, lucía radiante en lo más alto del cielo. No deja de ser extraño este cambio en las horas solares, que sin duda nos limitaba el sueño por las noches y nos llenaba de energía durante el día. Después del letargo invernal, el verano en Estocolmo es una fiesta.
Olivia acompañándome a trabajar…
Junio es un mes de festejos en Suecia: celebrando el día nacional por todo lo alto el 6 de Junio, con los estudiantes por las calles alborotando por el fin de exámenes en descapotables y camiones días después, y alcanzando la máxima alegría con la fiesta de Midsummer en el solsticio de verano.
Estocolmo y yo tenemos una cuenta pendiente. Ya son dos las visitas por trabajo y tengo ganas de disfrutarla y recorrerla en condiciones, sin obligaciones ni tanto cansancio acumulado. Olivia y yo aprovechamos al máximo el tiempo laboral, regresamos satisfechas y pudimos pasear un poquito por la ciudad, tomar un barco y tumbarnos relajadamente en un parque al atardecer, donde los grupos de amigos y parejitas hacían pic-nic, multitud de patos buscaban comida con sus retoños y la vegetación explotaba en una primavera tardía.
A pesar del estrés y el cansancio, de este viaje me llevo ese esplendor y esa luz, esa alegría y juventud de las calles, y las ganas de volver… siempre.
Estaban en sus ojos.
Espirales de fuego.
Arañazo en la razón.
Cuenta pendiente.
Patrones trazados,
enredados en su pelo,
en sus manos de arte,
en la firmeza de su cuerpo,
en la atracción sin remedio.
Cuando en la sinrazón del instinto,
tan solo dicta sentencia el cuerpo.
Olores que aferran, enredan, empujan.
Venda en los ojos.
Salto al vacío.
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y
ese
beso
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