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Mediterráneo

A veces la felicidad se resume en un simple baño en el Mediterráneo, con el agua helada, la piel anestesiada, la sal en los labios, el corazón cabalgando y el Ahora llenándote de Vida. Mmmmm….

mediterraneo-de-paz
Ese puntito de la foto era yo nadando esta tarde, en Mallorca, mi re-bautizado paraíso

«….que le voy a hacer si yo… nací en el Mediterráneo…»

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Actualidad Desde mis Brumas El mundo a mis pies

Varekai

Magia. Fascinante. Impresionante. Embrujo. Fantasía.

Quizá con esas palabras definiría al Cirque du Soleil y a su espectáculo Varekai, que actualmente visita España.

Los videos pueden ser increibles, pero verlo a 3 metros de ti, sin duda sobrecoge. Este número es de mis preferidos, reservado para cerca del final. La artista es Olga Pikhienko, tan hermosa como flexible. Desprende algo especial… Espero que os guste….

Y la música es una delicia… Varekai es arte.

Click en la imagen para verlo más grande en un enlace

Más info: Cirque du Soleil

«La palabra ‘varekai’ significa ‘en cualquier lugar’ en lengua romaní, la lengua de los eternos nómadas. Varekai es un homenaje al espíritu nómada, al alma y al arte de la tradición del circo así como a la infinita pasión de los que buscan el camino que lleva a Varekai».

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Cine Desde mis Brumas El mundo a mis pies

AUSTRALIA

Parece mentira que os vaya a hablar del viaje de mi vida un año y medio después de haber ido, y que lo haga gracias a una película.

Ayer fui al cine a ver Australia, the movie. Me gustó mucho, si dejamos de lado los tintes pastelosos típicos de las películas americanas. Volví a acariciar la cultura aborigen y me cautivó el personaje de Nullah, que narra la historia. Los aborígenes tienen una mirada especial, una profundidad indescriptible, y magia, esa magia que les acompaña por estar conectados a la naturaleza con los 6 sentidos. Me fascinan.

Fue inevitable volver a recordar aquellos maravillosos días cumpliendo un sueño: pisar tierra australiana. Era mi deseo mas antiguo, que recuerdo tener siempre conmigo, pero al parecer fue entorno a los 3 años, cuando veía con mi padre un atlas. Me explicaba los animales que había en cada sitio y cuando me habló de Australia, dije que quería ir. Y como tenaz soy un rato largo, cumplí mi sueño 23 años más tarde.

Visitamos primero Bali, del que ya os hablé hace mucho (quería hacer varios posts sobre el viaje pero las circunstancias me llevaron pa’dentro de mi misma). Y luego entramos a Australia por Darwin, en el Territorio Norte. Esta zona, el Outback, fue lo que más me gustó y a donde me gustaría volver, porque reúne la monumentalidad de la naturaleza en su esencia. Visitamos el Parque Nacional de Kakadu, navegando entre centenares de aves distintas, observando a los cocodrilos a pocos metros (y así me di cuenta que hasta ahora es el animal que mas terror me inspira, sobre todo cuando te mira), contemplando uno de los más hermosos anocheceres de mi vida, envueltos en el anaranjado tinte del cielo sobre las aguas del río.

El cielo es inmenso y único, quizá efecto óptico por las extensiones de tierra de km y km en línea recta, o quizá porque Australia tiene magia y hasta el cielo, es cielo en estado puro.

El lugar donde pude acariciar esa magia con mayor intensidad fue en el desierto, al sur del mismo territorio norte, y a varios miles de Km de Darwin (alli todo es tan grande…). La tierra roja me cautivó y me quedaron ganas de caminar y caminar entre las rocas inmensas que impresionantemente aparecen orgullosas en el vacío de un desierto.

Recuerdo el momento en que vi el Uluru por primera vez, a 150 km de distancia, y se veia enorme. Sobrecoge la idea de imaginar sus 2km de ancho y 348 mts de alto, contorno de 9km y 2,5 km de profundidad bajo la tierra. Como un gran iceberg de roca, hecho de solo una pieza. Alucinante no?

Era fascinante conducir a su lado y sentirlo palpitar tan cerca. Acariciarlo, jugar la arena de terciopelo que yace a sus pies, escuchar el viento como canta y erosiona dibujos en su superficie. Magia pura.

Creo que allí encontré algo, Australia me llamaba desde hacía años para despertar en mi el instinto. De manera más tangible, fue el hecho de verme capaz de conseguir un sueño lo que mi hizo replantearme mi vida cuando volví. Todo de manera muy sutil, progresiva y serena, como me sucedió un año después con el Camino. No cambian las cosas de color en un mes, pero sí adquieres nuevas perspectivas. Tras admirar la magnitud del cielo australiano, cualquier reto parece pequeño.

Podría pasarme horas recordando con vosotros aquellos días, pero soy consciente de que es difícil transmitir algunas sensaciones a quien no las ha vivido. Si habéis tenido la fortuna de cumplir un sueño alguna vez, es ese momento en que te ves en el lugar deseado y te dices a ti mismo «no me puedo creer que esté viviendo esto». Casi te dan ganas de pellizcarte. Y en ese momento te zambulles en la vida para empaparte.

Fueron muchos momentos los vividos en aquellas 3 semanas de éxtasis, acompañada de quien fue mi compañero durante 7 años, y a quien llevaré conmigo siempre, aunque llevemos caminos distintos. Juntos vivimos grandes experiencias como…

– Cuando se cruzó en la carretera el primer canguro. Incredulidad y felicidad extrema.
– La inmensidad del cielo australiano y el primer amanecer que vi conduciendo hacia Kakadu.
– Alojarme en un hotel con forma de cocodrilo!
– Pasear en barco entre cocodrilos y cientos de aves
– Conducir por el desierto
– Cuando vi el Uluru por primera vez, cuando lo toqué…
– Coger en brazos un Koala (mi amiga Chibi).
– Dar de comer a los canguros
– Sobrevolar en teleférico la selva tropical
– Nadar en la barrera de coral, en mar abierto (uish)
– Ver saltar a las ballenas (impresionante)
– Aprender a amar las aves
– Acercarme a la cultura aborigen
– Ver nadando a un ornitorrinco (platypus en inglés); son tan bonitos…
– Conocer la existencia de las Kookaburras, un ave preciosa que se ríe y no pude ver en persona
– Navegar por la bahía de Sidney, junto a la Ópera
– Mi amigo Joe el canguro, que venía cuando le llamaban y comía caramelos de menta.
– Contemplar el anochecer más largo de mi vida, volando de Sidney a Adelaida, en la dirección en que el sol se ponía, por eso íbamos detrás de él. 🙂

Y es esto que vivimos lo que nos enriquece y llevamos siempre con nosotros. Recordar como se aferraba un Koala a mis brazos o como Joe me pedía caramelos…

En la película había una canción protagonista, que Nicole Kidman le enseña a Nullah, y él dice que es una canción de los sueños, porque más allá del arcoiris… vuelan pájaros azules… 🙂


Gracias Carla. Sonríe Fernan.

…And I think to myself… what a wonderful world!

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Desde mis Brumas El mundo a mis pies

Bruma y el Mar

La Bruma tiene su origen en el mar y allí es donde se encuentra. Si es acompañada de Rita, se dibuja un momento perfecto. 🙂

Saludos desde el norte, luchando contra los viruses y la tos.

Namasté.

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Desde mis Brumas El mundo a mis pies

Perdue…


Image by misterkey

….et trouvee…

…girando y girando…

Perdiendome… y encontrandome a mi misma entre las calles de Paris

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Desde mis Brumas El mundo a mis pies

Oju!


Image by brooze

Por el sur se dice mucho esta exclamación, equivalente a un uff-anda-joe!, o similar. 🙂

Pues esto es lo que me sale ahora mismo. Llevo casi 2 semanas fuera de casa, de aqui para allá, viajando por trabajo. Acabo de aterrizar y aunque en las próximas semanas tendré más desplazamientos, algunos serán por ocio, pues tendré vacaciones en diciembre, ahora tengo unos días para disfrutar de mi cueva.

Aprovecho que tengo un blog para hacer un llamamiento público, que nunca se sabe.
El sábado 8 de Noviembre perdí mi cámara digital Canon en el aeropuerto de Alicante, en la sala de facturación de la terminal 1. Por favor, si hay un alma caritativa que la haya encontrado y casualmente reciba mi mensaje, devuelvemelaaaaaaaaa!!

No se como puede haber un desalmado que haya curioseado en mis fotos, que no había borrado en meses (aunque sí salvado gran parte) y no tenga el corazón de devolvermela. Asi que quien la encuentre puede ver mi camino de Santiago, mis escapadas a Cadiz, mis ratos con amigos, mi proyecto de postal de navidad, mis visitas de Valencia, Alicante y Murcia de la semana pasada y mi encuentro con mis amigos del Camino (fotos que no había podido salvar).
Por favor, invocad con vuestra energía que mi cámara regrese, la echo de menos!!

He estado en Londres, con sol y sin cámara… ojú! 😉

Por lo demás, resumo que mis días han estado completos, con poco sueño, reencuentros especiales con mis amigos del Camino (que grandes son!), paseos conmigo misma, días de trabajo fructífero, encuentros multiculturales londinenses, pena por no celebrar el cumple con mi niña BlackLady, una nueva visita a mi mercadillo favorito, Candem, pero esta vez sin dinero! jaja… Big Ben, Picadilly y una verdadera ciudad cosmopolita de ambiente incomparable (quizá NYC?).

Días de Non-Stop. Resaca Laboral. Mi portatil de trabajo roto. Emails que ni quiero imaginar ahora. En mi cueva ya hace frío.

Pero tengo rotuladores que pintan mis armarios y me dejan mensajes, pasteles de zanahoria británicos (me pirran), regalitos para repartir, y una sonrisa entre mis ojeras.

¿Qué más se puede pedir? 😛

Sonando…
Las Niñas – Ojú!

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Cádiz



Cádiz es mi bálsamo. Me hidrata cuando estoy bien, me calma cuando estoy mal, me da aire, me oxigena.

Cádiz es luz; es una confluencia del océano y el cielo llenándolo todo de azules, grises y colores en los más hermosos anocheceres.

Cádiz es mi amante, con quien me fugo de vez en cuando cuando quiero emborracharme de Vida. Allí, católicamente me dirijo a la arena, me descalzo, beso el mar… Y tras ese momento, en algún lugar de mi cuerpo, un peso se libera y me siento más liviana.

Luego paseo… juego con la arena… permanezco de pie mientras las olas acarician mis pies y me hundo lentamente… recojo conchas y caracolas… respiro con el vaivén del océano…

Estoy (estando).
Vuelvo a casa conduciendo y cantando, con restos de arena en mis zapatillas y de sal en mis labios.

Nota: y además de todo esto, descubrí Cádiz por dentro acompañada de una gaditana de excepción, La Mujer Sonriente, ¿de donde iba a ser ella sino de la ciudad que sonríe? 🙂 Por ella y mis otros 2 grandes amigos gaditanos va este post.

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El mundo a mis pies Musica

MA-DON-NA

Fabulosa. Diva. Camaleónica. Grande.




Sin duda, Madonna, a quien he seguido desde que era niña (unas veces mas de cerca y otras más de lejos), me ha encandilado esta noche. Increíble espectáculo. Artista. 🙂

Fantásticas las versiones de temazos como Express Yourself, Vogue, Hung up, Human Nature… y como no, este temazo que anima todos mis días últimamente.

Give it to me, yeah, now….
Nothing’s gonna stop me, now…

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Desde mis Brumas El mundo a mis pies

Horizontes



Las miradas confluyen hacia el infinito.
El sonido de los pálpitos envuelve lo intangible.
El mar serena, calma, arrulla, mece.
Y ante mis ojos se exponen nuevos horizontes,
tiñendo la esperanza de naranja,
perfumando de sal una sonrisa,
acariciando el tránsito imparable del tiempo.

Solo el Ahora me ancla y evita que me eleve,
ayudada por el aire de esta inspiración profunda,
que me llena de Vida y Sentimiento.
Solo el Hoy me seduce a disfrutar del devenir de la marea,
de los proyectos, las ilusiones, los sueños,
en los que me pueda bañar mañana.

No sé mañana, sé de hoy….

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Desde mis Brumas El mundo a mis pies

Caminante…

«…no hay camino… se hace camino al andar…»
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Image by Sonique93

Pues si, si hay camino, Camino de Santiago, el que voy a hacer yo este año… No lo haré entero, sino el tramo final, desde León, donde reina la tierra rojiza, y se ondula el terreno. Entraré en mi Galicia a pie, sola y valiente, renovandome y encontrándome en cada paso.

Comenzaré dentro de una semana y media; ya estoy empezando a revisar las rutas, tengo mi mochila, cantimplora, pañuelo, las zapatillas que recorrieron el desierto de Australia, calcetines anti-rozaduras, barritas energéticas, mi libreta, y muchas muchas ganas. Iré acompañada de una concha de peregrina mágica que mi padre y su chica encontraron entre la arena para mi; seguiré las flechas amarillas como Dorothy seguía las baldosas; comenzaré cada jornada curiosa dispuesta a recorrer, mas literalmente que nunca, mi propio camino.

Y por eso, también recurro a vosotros, los visibles y los invisibles, para que quienes lo hayan vivido me den los consejos pertinentes, que nunca está de más. 🙂

Sino, ya os contaré yo y os daré los míos… cuando vuelva… (pero aun no me voy, ehhh!)

Saludos ilusionados de una peregrina en potencia.

Por ahora me ayuda…
www.caminosantiago.org