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Noviembre Extraño


Image by raindropsmelody

Y aquí estoy en otro ordenador que no es el mío, batallando contra las circunstancias malignas que han aliado a los problemas de la red de Vodafone con supuestas incompatibilidades entre mi portátil y el router de la red casera. Vamos, el triángulo del mal generando una dosis notable de mala leche que tras varios intentos de hacer un post, subir fotos o intercambiar información, hacían que me salieran calaveras y exclamaciones por la boca.

Mientras se me pasan algunos trenes de post que no serán publicados (ahora); las musas me sacuden pidiéndome atención, la energía se revuelve en espirales buscando una salida para limpiar la incertidumbre y hacer crecer el optimismo.

Este Noviembre está siendo extraño. Laboralmente comenzó el mes con 5 de mis compañeros fuera, nuevas estrategias que no comparto y la frustración del empleado que no pinta nada ni comprende a los directivos de coches caros y decisiones incoherentes en los momentos menos indicados. Tres compañeros más han ido abandonando el equipo en estas últimas semanas (afortunadamente por voluntad propia -viendo el percal,claro-) y nos quedamos aquellos que vamos a tener que pelear mucho y trabajar el doble.

Me motivan nuevos retos y me siento afortunada por tener un trabajo y es más, un trabajo que me gusta; aunque no sea mi objetivo último, me enriquece y me aporta experiencias fantásticas. Momentos muy duros y momentos afortunados. Esfuerzo y compensación.

Las energías de Noviembre han fluctuado bastante. Mis conflictos habituales se han enfrentado con el cuestionamiento de la confianza, ese vaso de cristal que se empaña y a veces no te deja determinar los niveles de cercanía de las personas. Dilemas y sentires que me llevan a la raiz y a lo básico: Lo que no se da se pierde. Si has dado algo a quien no ha sabido valorarlo y lo has dado de corazón, bien hecho está. Dias de contradicción en los que… ¡Hasta las runas salían al revés!

Y el amor, por encima de todo, disipando desazones y tristezas. El amor acercando lo que añorábamos, lo que creíamos lejano y está dentro de nosotros tan completo, sin haber perdido intensidad por el paso del tiempo. Ese amor de la mano de la comprensión, la empatía, la aceptación y la serenidad. El amor que nos lleva a perdonar y a suavizar nuestras expectativas. Amor que nos acerca un poquito a un utópico dar sin esperar. Amor que nos hace ver en la naturaleza, en el cielo y en las pequeñas cosas de cada día. Gracias, más por favor.

Noviembre me traerá unas merecidísimas vacaciones que empezaré el viernes. Volveré a mi tierra de los volcanes por fin; parece que hace tanto tiempo y ni ha pasado un año! Hay lugares energéticos que conectan con algunas personas y en mi caso, creo que tengo algo con el fuego y la tierra. En Lanzarote palpitan los 4 elementos con una intensidad abrumadora. Cuando estoy allí es como un alivio, similar al que sentí en el desierto de Australia, sumida en las tierras rojas llenas de magia para los aborígenes. Si a los 4 elementos le sumas abrazos infinitos, de aquellos que parece que viviste ayer mismo, no se puede pedir más. 🙂

Este será el caramelito para mi agridulce noviembre. Hoy hace 2 años desde que llegué a mi isla bonita, lo he celebrado como toca y he dado las gracias por lo que soy y lo que tengo. No se si algún día dejaré de tenerlo, o si siempre encontraré algo que agradecer, en los buenos y malos momentos.Espero que así sea, dado que la vida es en gran parte cuestión de actitud.

¡Actitud, actitud, actitud!
¡Un vaso medio lleno, por favor! 😉

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Corazones azules


Image by runversaillies

Recordaré la suavidad de los labios carnosos de Gonzalo y como mi alma se estremecía en nuestra despedida. Aquello que «no podía ser» aunque mi instinto y mi alma gritasen que ese era el camino. Mi corazón se encogió, encontré a Gonzalo entre sombras de azar en los años siguientes, se me seguía estremeciendo el alma a pesar de haber entregado mi corazón a otra persona.

Gonzalo me acompañará siempre. 10 años después de nuestra breve relación, volví a verle. Con la madurez de haberlo superado, le pregunté qué era lo que había pasado entonces. Él era el que me había buscado y luego, aunque decía quererme, no podía ser, faltaba esa chispa.

Con 10 años más Gonzalo seguía conservando su timidez y le constó reconocer que en aquel entonces estaba entre dos personas, no me eligió a mí. Se arrepintió, me decía, pero supongo que cuando el corazón te llama, si dejas algo pasar, vuelves a buscarlo en un momento u otro. Nosotros no teníamos que estar juntos. Por mucho que sufrí su desamor, el primero de ese nivel, en lugar donde me encuentro hoy no sería el mismo.

Una cita que compartimos y me hizo enamorarme más de él por aquel entonces «No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió», del Maestro Sabina. Sucedió, y como dice la canción…. «y no volví más -a tu puesto del rastro a comprarte, corazones de miga de pan, sombreritos de lata- …»

Las personas nos marcan. A veces somos nosotros los que marcamos a los demás, consciente o inconscientemente. Yo fui el origen de los desamores de otros. Comprendí tiempo después que cuando falta esa «chispa», por mucho que racionalmente quieras enamorarte, no se puede. Me quisieron de maneras preciosas, como Gonzalo no supo quererme. Y yo no super querer a quien me quiso de la manera más hermosa, con la devoción y la poesía que solo el amor más puro e inocente es capaz de querer.

Son espirales y ciclos una vez más los que veo alrededor. Ese Todo se transforma que canta Drexler. Cuando hace días miraba los pequeños tesoros de mis cajas de recuerdos, me volvía a sorprender de tanto amor recibido, fortuna que no pude corresponder como debía y corazón que endurecí sabiendo que no lo merecían. Tampoco merecía yo el beso roto de Gonzalo ni haber descubierto el mar del invierno en sus ojos azules.

«Tu beso se hizo calor,
luego el calor, movimiento,
luego gota de sudor
que se hizo vapor, luego viento
que en un rincón de La Rioja
movió el aspa de un molino
mientras se pisaba el vino
que bebió tu boca roja.

Tu boca roja en la mía,
la copa que gira en mi mano,
y mientras el vino caía
supe que de algún lejano
rincón de otra galaxia,
el amor que me darías,
transformado, volvería
un día a darte las gracias.

Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.

El vino que pagué yo,
con aquel euro italiano
que había estado en un vagón
antes de estar en mi mano,
y antes de eso en Torino,
y antes de Torino, en Prato,
donde hicieron mi zapato
sobre el que caería el vino.

Zapato que en unas horas
buscaré bajo tu cama
con las luces de la aurora,
junto a tus sandalias planas
que compraste aquella vez
en Salvador de Bahía,
donde a otro diste el amor
que hoy yo te devolvería……
»

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Espinita

No te claves espinitas que no te corresponden.
Conviértete en arquitecta de fronteras lejanas.
Firma la definición de tus propios límites.
Levanta la vista de tus pies.
Inspira… Expándete…
…Libérate…


Image by Eptesicus

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Sentidos y sensibilidad


Image by YangY

Hay días como hoy en los que no dejo de percibir los sentimientos como un caudal incontrolable dentro de mí. Esa batalla entre la razón y la emoción parece perdida por hoy. Es tanto lo que no podemos abarcar. La paciencia, la cautela, la comprensión, deberían ser las mejores consejeras.

Hay días en los que hay tantas cosas sin palabras en la invisibilidad que te rodea, que simplemente debes dejarlo pasar. Que venga, sentirlo, y que pase. Son quizá momentos de consciencia más profunda que a una persona emotiva la pueden alterar más que a otra.

Sentir la edad, la madurez, la inquietud. El sentimiento de un hogar que no está más que en mí misma. La pertenencia, el desapego, la rebeldía, la inmadurez y el capricho de querer esconderme entre los brazos de mi madre, como si no hubiera pasado nada. Pero sí pasa.

Pasa. Pasa que solo tengo un camino; los hilos de la vida se entretejen como telarañas; algunas personas se alejan; las echas de menos; unas volverán y otras no. Pasa que solo soy responsable de mis circunstancias. Pasa que los lazos no entienden de distancias y que éstas son la tónica de mi vida. Pasan. Las decepciones, la melancolía, la vida frondosa y los momentos de sequía.

Pasa el tiempo sobre mí, mi barriga se revuelve ante los cambios y los retos. Me balanceo en ese yin-yang que necesita mi vida para equilibrarse. Despedirme, caminar sola, disfrutar de mí, añorar, volver a abrazar. Y así en aparentemente constante repetición.

Me siento hoy más que nunca funambulista danzando a la búsqueda de baldosas amarillas en este camino de Oz que lleva a una yo distinta a la de ayer y un poquito más semejante a la de mañana.

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Y en este mundo que va…

…a la velocidad del rayo, aguanto el vuelo más
si me agarro de tu mano, acompáñame hasta donde pueda llegar…»


image by m0thyyku

Dejándome deslizar en otro domingo tranquilo y lleno de momentos diversos, observo las redes sociales y la vida de mi gente cercana. Me maravillan las idas y venidas, el crecimiento de algunos y el aparente estancamiento de otros. Como las cosas parece que no cambian, y sin embargo sí cambian.

Somos los mismos niños, aquellos que vendíamos cachorritos de mi perra Raixa en un mercadillo de segunda mano que hace años que no existe. Momentos casi olvidados que a veces vuelven a tu memoria de la mano de los recuerdos de otros. A veces me da la sensación de que en mi cabeza también sale esa ventanita que solicita «archivar correos antiguos», que tantos recuerdos permanecen dormidos, a la espera de un hilo que tire de ellos para volver a ser abiertos.

Sigo siendo la misma y sin embargo me encuentro muy distinta incluso de mi yo de hace un año. Coexistencias paradójicas, la rubia y la morena tomando café. La niña enseñando sus dibujos a la madre potencial que vive en mí. La chica acomplejada e insegura, de la mano de la mujer a la que cada vez le importa menos lo que no le concierne.

Es estar de pie en una sale de espejos donde nos reflejamos todas. Mirada deslumbrando en curiosidad, nostalgia, ilusión, ternura, melancolía, anhelo. Yo las miro a ellas y ellas me miran a mí. Juntas observamos como mi hermana se convierte en mujer con sus propias ideas, como muchos patrones no cambian nunca, como amigas de la infancia lucen sus canas orgullosas, como otras amigas tienen sus hijos, como otras no pueden tenerlos, como yo misma lidio con la maternidad y la pereza, como algunas personas caminan en círculos por miedo a romper sus patrones, como otras crecen y crecen en espiral…

Esta serenidad que a mis 30 conscientes me hace sentir este mundo palpitante. Vidas que se cruzan. Miedos que esperan una luz que los disipe. Caminos por explorar. Esos 3 lemas que acompañan mis pasos:
1. Esto también pasará.
2. ¿Por qué no?
3. Estonosepara… estonosepara…

Hoy he creado una jardinera de plantas aromáticas. Nunca se me han dado bien las plantas, quizá porque no paro quieta y no les he dedicado el tiempo y el cariño que necesitan. Tengo también una lavanda que me regaló una compañera de trabajo tras comentarle que era la planta que quería poner en mi oficina para serenarme con su aroma cuando lo necesitase. Como es una planta muy grande la he dejado en mi terraza, donde será más feliz, y he comprado una lavandita para mi mesa de trabajo. Florecerá en primevera, ya tengo ganas de verla.

Estoy aprendiendo a estar en calma.
Ya sabéis que soy un poco adicta al movimiento. 🙂
¡Feliz semana! Que uno de estos días podáis maravillaros con el aroma del romero, la lavanda, la menta o alguna otra planta generosa.

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Y tú lo sabes…


Image by m0thyyku

Que la vida son dos días.
Que todo está dentro de ti.
Que para querer a los demás, primero has de quererte tú.
Que las palabras sin actos se pierden en el vacío.
Que las cosas se pueden cambiar.
Que lo que no se puede cambiar, se puede aceptar.
Que la aceptación te dará calma.
Que los espirales dibujan tu vida.
Que hoy sabes mucho más que ayer.

Que nacemos y morimos solo.
Que las palabras tienen poder.
Que cuando te ves en una foto de grupo, resaltas tus defectos.
Que podrías dejar de hacerlo.
Que la responsabilidad te da poder.
Que a veces parece más fácil dejar las riendas de nuestra vida en los demás o en la suerte.
Que cogiendo el volante, eres tú quien decide a donde quieres ir.
Que tu vida puede cambiar mañana… o cuando tú quieras.
Que si no quieres que cambie, puedes valorarla y agradecerla.

Que esto también pasará.
Que la vida tiene momentos de película.
Que el amor y el enamoramiento no es lo mismo.
Que las relaciones a menudo son como las plantas.
Que la coherencia casa tu voluntad y tu acción.
Que la consciencia puede trazar tu camino.
Que no es tan difícil tomar las riendas de tu vida.

Y entonces…


Image by m0thyyku

.
.
.
Son tus colores,
tus sabores,
tus decisiones,
tus principios,
tus pies,
tus deseos,
tu ilusión,
tus mapas,
tu actitud,
tu mochila,
tus lunas…
Tu vida.

Como nueva.
Envuelta con un lacito rojo,
esperando que des ese paso
y te empapes de la libertad de vivirla.
Plenamente.
En lo bueno y en lo malo.
Hasta que la muerte os separe.
¿A qué esperas? 😉

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La runa de la alegría


Image by ataraxiaphoto

Antes de comenzar mi metamorfosis hace casi 4 años (wow! como pasa el tiempo!), mi amigo Inguz me introdujo en el fascinante mundo de las runas. Utilizando las suyas, me dejó sacar una sobre el momento que estaba viviendo y el resultado me impactó muchísimo. Fue como tocar donde más dolía, con la sabiduría de la verdad y la subjetividad de proyectar nuestros sentimientos e identificarnos.

Un par de meses después, en mi cumpleaños, mis amigos me regalaron mis propias runas y desde entonces, me acompañan en la mesilla de noche. Lo que más me gusta de las runas vikingas es que trabajan sobre el presente y te aportan una reflexión sobre lo que estás viviendo. No es nada más allá que la propia reflexión, no es nada del otro mundo. Incluso mi amigo utilizaba el Manual del Guerrero de la Luz de una manera similar, abriendo por un punto al azar para reflexionar sobre lo que «tocaba» ese día. A veces la vida nos sirve en bandeja lo que necesitamos y somos nosotros los que sacamos de ello el jugo que nos alimenta (o no, ahí está la actitud).

Las runas de la transformación me acompañaron a lo largo de un proceso muy duro de metamorfosis, unas veces con más fortaleza, recordándome que el sol no brillará siempre; y en otros momentos recordándome la luz al final del túnel. Siempre me han aportado algo positivo.

Hacía tiempo que no las cogía y el otro día saqué una runa que no me había salido nunca: Wunjo, la runa de la Alegría. Esta runa habla sobre el final del período de transformación, la calma, una rama con fruta, la vuelta a nosotros mismos después del tránsito. Creo que era la única runa me faltaba por salir y me hizo ilusión que mis piedrecitas me recordaran todo el camino recorrido.

Gozo de una calma finita y me preparo para nuevos caminos y proyectos. El sentido de mi vida es el movimiento …estonosepara…. estonosepara… Quizá es algo peligroso, esa permanente búsqueda de novedades, rompiendo rutinas y convirtiendo el cambio en algo habitual, adicta a la novedad. Ser consciente de ello me ayuda a no precipitarme, tener un poquito lo pies en el suelo mientras mi cabeza despliega las alas y revolotea sobre mil posibilidades. También hay que saber estar quietecita.

Mientras tanto, el instinto sigue funcionando como un radar cuanto más lo desarrollas. Sentir que este momento sí y el otro no, sin saber por qué. Cuanto más confías en tus sentires, más se afirman y más te guían.

Sientes que algo se acerca, porque al final, eres tú quien lo busca… y te acercas.
Llevando el timón de tu propio navío y atracando en Puerto Presente.


PS: Wunjo es la runa que parece una P. 🙂

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Empire State of Mind

«…In New York,
Concrete jungle where dreams are made of,
Theres nothing you can’t do,
Now you’re in New York,
these streets will make you feel brand new,
Big lights will inspire you,
lets hear it for New York, New York, New York…»

New York nos estaba esperando desde hacía años y por fin llegó. A pesar de los momentos tensos a causa de la inesperada visita de Irene y tener que ajustar nuestros planes a sus caprichos, ya estoy deseando volver a recorrer las calles de NYC.

Para una persona amante del buen cine y las grandes series, pasear por Nueva York es sentirte por momentos protagonista de un film. No es solo la sobrecogedora arquitectura, ni los taxis, ni tantas imágenes mil veces vistas como los puestos de perritos, las alcantarillas echando vapor, los coches de policía y bomberos, las escenas de un deportista Central Park, el lujo y la miseria caminando de la mano. Son sus barrios, la fascinante mezcla cultural, la vida palpitante y la esencia de ciudad vibrante que te recorre.

En los más de 10 días de recorrido nos alojamos en Chinatown. Buscábamos algo auténtico y lo tuvimos. Nuestro barrio era un festival de olores y sonidos cada día, mercados expuestos todo el día, frutas exóticas y alimentos no identificables. Cada mañana desayunamos en nuestra panadería «el cisne blanco», un bollito chino, un café o unos fideos, mientras los abuelillos chinos charlaban en la mesa de al lado.

Los pies fueron nuestro vehículo, el metro un aliado y así recorrimos Manhattan de cabo a rabo, explorando desde los mercados de Chelsea hasta los parques más conocidos como el inmenso Central Park e innovadores como el High Line, que puebla de verdor una antigua vía de tren elevada y otorga otra perspectiva de la ciudad. Difícil relatar tantos días y quizá sea mejor describir los mejores momentos y lugares de nuestra aventura.


Lo mejor de NYC, para mí:
La multiculturalidad y los barrios, desde el conmovedor sentido de comunidad de Harlem hasta el bullicioso Chinatown, pasando por un Chelsea liberal en tendencia, un vibrante East Village, y el fascinante Midtown con Times Square y la arquitectura a la cabeza.
– El viaje en Ferry de Staten Island. Contemplar la gran manzana de la mejor manera y gratis; llegar en el aniversario de Staten Island, con pequeño concierto incluido, niños bailando, indios, negros, blancos, armonía y afecto. En el ferry de vuelta un anochecer maravilloso, concierto improvisado en Battery Park y paz.
Times Square. Es el momento más impresionante, cuando realmente dices: Estoy en NYC! Verlo en tantos momentos diferentes, echar un rato observando alrededor, intentando captar lo imposible en una imagen.
– La comida. Desde los perritos calientes de Crif Dogs, completamente «customizables»! La búsqueda de la hamburguesa perfecta (premio para Burger Joint, chiringuito cutre dentro de un hotel de lujo), los muffins deliciosos de Magnolia Bakery, la barbacoa más americana y auténtica de Virgil’s BBQ, el delicioso sandwich cubano y la mazorca de maíz de Café Habana, la famosa pizza de Grimaldi’s por la que esperamos una hora bien merecida; o la que fue nuestra cena de aniversario, un buffet de marisco y sushi fabuloso, Ichi Umi. Los smoothies de Jamba Juice y las bebidas extrañas y combinados energéticos que encontramos!

Los Barrios



– Subir al Empire State. Lo hicimos casi al final del viaje y fue fantástico identificar todos los lugares que habíamos recorrido. A pesar de eso, recomiendo subir al principio del viaje, si el tiempo es bueno, claro. Allí arriba sientes NY en toda su esencia! Eso sí, en las películas nunca se ven colas ni otras cosas poco románticas… 🙂
– Encontrar ardillas en los parques.
– No poder dejar de hacer fotos y disfrutarlo tanto.





– El Museo de Historia Natural. Maravilloso y repleto de aprendizajes.
Arquitectura. Mis favoritos son el Flatiron Building, Chrysler Building, la Biblioteca y la Estación Central, junto con otro edificio que me encanta y aun no he identificado. Una delicia todos ellos.
– Personas. Esa diversidad de personas que nos cruzamos en el metro, a quienes observamos en sus barrios. Historias que brillan en la melancolía de unos ojos perdidos en el vacío, niños que juegan en su inocencia, naturalidad, humanidad… Todo eso que me hace adorar viajar.





Tiendas. NY es un paraiso para las compras, bien de tecnología, moda, cosas frikis…. Lo más, la tienda de foto y vídeo B&H, donde me hice el auto-regalo por excelencia del viaje, mi cámara nueva que me ayudó a capturar un poquito mejor lo que vi de lo que hubiera hecho mi compacta. Otras tiendas recomendables son la tienda de HBO (productora de series como True Blood, Juego de Tronos o los Soprano), la glamourosa Victoria’s Secret o la tienda Converse de Tribeca (donde puedes diseñar tus propias zapatillas). El tema shopping quedó pendiente para otro viaje, ya gasté el presupuesto en la cámara! 🙂
– Espectáculos. Como no, asistimos a un musical en Broadway, Hair, todo un clásico que nos gustó mucho. También fuimos en Harlem a un show en el teatro Apollo, un lugar palpitante de historia, donde Michael Jackson actuó en sus comienzos así como muchos otros grandes de la música negra.

Mosaicos de NYC – Click en cada imagen para agrandar

Nueva York ha sido toda una aventura. Posiblemente haya alguna entrega más sobre sus gentes y sus rincones; sin embargo es imposible transmitir todo lo que nos hemos traído en la maleta. Esos momentos previos a Irene, buscando provisiones por si se inundaba nuestro barrio, la espera… Terminar el último libro de Harry Potter mientras la lluvia comenzaba a poblar las calles. Compartir tantos momentos sencillos con alguien especial y encontrarme disfrutando de cada paso, dejando que la ilusión dominase los días. Hubo momentos de nubes, de lluvia y cansancio; momentos también necesarios en tantos días, que nos ayudan a valorar y disfrutar los mejores instantes.

Cada uno tiene su propia New York y a mí la mía me encanta. 🙂

Namasté, queridos navegantes, espero que os gusten las imágenes.
(Ha sido difícil seleccionar entre 845!)


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Corrientes ondulantes


Image by m0thyyku

A veces hay un momento de lucidez entre las ondulantes corrientes de la vida. Esa consciencia ejercitada que domina los sentidos,y por un pequeño instante casi comprendes.

Ese sentir de dentro, esa energía palpitante, ese «estoy aquí, ahora».
Presente cabalgando entre las venas. Emoción desgarrada que aprieta las entrañas de la consciencia.

Como bailando entre espirales, de un lado al otro, es un caballo el que conduce mi ser entre la pasión de la vida y el impulso del sentimiento. La emoción desbocada lidiando con el desconsuelo. Peleas y negociaciones entre niño y padre, versus conciliación y consenso, paz y manos enlazadas. Blanco y negro. Luna llena, luna nueva.

Me siento aire y etérea cuando la energía me lleva. Es el agradecimiento el que me eleva, la vida en su estado más puro y en ese ápice de consciencia que me regala, lo entiendo. Soy fuego y pasión, tierra y raíces, agua y lágrimas, aire y alas. Equilibrio efímero como la propia vida. Espiral pausada, desvelada, a un paso de girar y girar. Soy un instante.

Y solo hay sentir…

palpitar

…y al fin y al cabo…

vivir.

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Melancolía en la pared

drums___by_m0thyyku
Image by m0thyyku

Sentada sobre la cama, me dejaba despertar lentamente.
Entre la desazón y la inquietud, algo me impulsó a mirar al techo.
¿Estaba ayer allí esa mancha de humedad?
Si es tan grande, tendría que haberla visto…

Entonces pensé en la melancolía y en como se asemeja a la humedad.
A ambas las descubres cuando casi se adueñan de ti.
Ambas parecen llegar para quedarse.