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Desde mis Brumas Divagaciones

Acepta-me

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Y así me planto yo en esta noche y pienso: Ok tengo un ratito para escribir por fin. Entre tanto trasiego que suelo llevar encuentro el tiempo y ya no encuentro casi las palabras.

Sin embargo, al pararme y preguntarme qué puedo contar de mi vida reciente, afloran muchas reflexiones que normalmente se quedan en mi mente y no cristalizan en palabras. Algunas de ellas quizá puedan tomar forma en este divagar en que se han convertido mis posts ultimamente.

Reflexiono estos días mucho muchísmo sobre la aceptación y ahora al pensar en ello se me antojan metaforas maravillosas.

La aceptación puede ser un término que no usemos a menudo pero que implica amor, comprensión, apoyo, refugio. Cada uno le damos nuestro matiz en función a nuestras necesidades. Cuando no te sientes aceptado por las personas que quieres, es como una pieza de puzzle que no encaja. Puedes vivir con ello, pero algo no cuadra. Somos como somos, eso está claro. Nos parece más fácil quejarnos de los demás o de nosotros mismos en lugar de aceptar su-nuestra forma de ser como tal, con lo bueno y lo malo.

Aceptar no es resignarse ni limitarse. Simplemente asumir que dadas las circunstancias las cosas son así, y en esta situación ya podemos valorar qué actitud tomar al respecto.
Aceptamos y hacemos por nosotros mismos. Si nos referimos a relaciones, tejemos nuestra parte de la colcha, dejando también el espacio necesario para que la otra persona teja su parte. Hay personas con las que podemos conseguir resultados maravillosos; hay otras personas con las que no logramos armonía en los colores que utilizamos. La situación óptima es tejer lo que nos toque, nuestra parte, aceptando que la libertad de la otra persona puede que no utilice los mismos colores o diseños que haríamos nosotros.

Cuando aceptamos a los demás como son, supone una liberación. No queremos ni necesitamos cambiar a nadie y los defectos al asumirse tienen menos poder de crispación y decepción. Aceptando, nivelamos nuestras expectativas, y todo cambio-evolución supone una sorpresa a la que adaptarnos de nuevo. El Amor y el Respeto flotan por encima de la aceptación, liberando al otro de la presión (manifiesta o no) de «tener que» cambiar o de no ser como «debería» ser para la otra persona.

Aceptando, damos el espacio necesario a los demás para ser ellos mismos. Cultivamos la naturalidad y la claridad, el abono para las relaciones duraderas y fundamentadas.

Sentirme aceptada me gusta, aunque a veces la vida me impulse a decidir aceptar que no soy aceptada. «Acepto que no me aceptas.»

Y tú, ¿cómo enfrentas la aceptación? ¿Te sientes aceptado? ¿Y a los demás, crees que los aceptas?

«Se es…lo que se es
Lo que siempre se ha sido
Se siente…lo que se siente
En el centro del centro silente
Tenga o no tenga evidente sentido

Y rara vez se es… tal y como se quiere
Se llora lo que se llora
Uno no elige de quien se enamora
Ni elige que cosas a uno lo hieren

Y en lo mas sutil de los cuerpos sutiles
Lejos de la noria de causas y efectos
Se tiene el corazon que se trae por defecto
Asi como Aquiles por su talon es Aquiles»

9 respuestas a «Acepta-me»

Sin darnos cuenta parece que tejimos con colores afines e incluso el diseño de ambas complementa bien…
«uno no elige de quién se enamora ni elige qué cosas a uno lo hieren…»
Tengo este corazón que traje por defecto y me cuesta sentirme aceptada, sé que soy complicada y me acepto. Si no lo hiciese, estaría fingiendo lo que no soy para ser aceptada. Soy esa pieza de puzzle, poco común que se siente afortunada por haber encontrado otras piezas únicas y poco comunes que no les cuesta aceptarme, son pocos pero son grandes.

Un beso, mi niña!!

Bueno… en este tema tengo mucho que avanzar.
Ni me acepto ni acepto al mundo que me rodea.
En esto tengo que aprender de ti, que sé que te empleas mucho en conseguirlo.
Un beso enorme, preciosa.

Tegala: Eres preciosa y para nada te definiría yo como complicada… Me encanta tejer contigo tantos momentos… y los que vendrán.
Un abrazo grandote.

Estercita: Yo lucho y lucho y poco a poco iré consiguiendo, eso me da mas calma, pq cuando aceptas estás más tranquila. Tu has avanzado tanto que ni te das cuenta, pero emanas armonía y también trabajas para ti y para los demás. Nunca se deja de trabajar y hay millares de pequeñas batallas cotidianas que hacen de nosotras luchadoras valientes de la vida. Ole por ti, ole por nosotras. Un abrazo gigante.

Querida Bruma:
yo también soy protagonista y testigo de aquella pequeña grande lucha cotidiana que conlleva la aceptación. Agota pero a la vez recompensa, sobre todo si la voz interior que cada uno de nosotros posee no deja de reñir o aconsejar..De todos modos, creo que lo más importante es dejar la puerta de nuestra alma entreabierta..Al otro lado nos espera una sorpresa, puesto que podemos salir o dejar que alguien entre..En cambio, si la cerramos interrumpimos nuestro viaje..¡y a nosotros nos gusta viajar!

¡Somos viajeros y aventureros Tongue! 🙂
La auto exigencia hay que mantenerla a raya y darnos un respiro. Aceptar que no somos perfectos y valorar todas las grandes victorias diarias, que se nos pasan desapercibidas. Me encanta leerte, que bien escribes!
Dejemos la puerta del alma entornada pero con el seguro puesto por si acaso. No se nos vaya a colar en casa algun bicho feo!
Un achuchoooooonnnn!!

Buscando hoy cuentos de Jorge Bucay, que me encanta, he dado con este magnífico blog, que me ha ofrecido lo que realmente buscaba en este momento de bajón: relatos positivos y buena música, me encanta Drexler.
Como creo que la dueña de este blog y quienes comentais sois como los pozos del cuento de Bucay o, al menos, me ha dado esa impresión, os sugiero que lo leais, «la ciudad de los pozos», Un saludo.
p.d: no dejes de escribir, porque, a partir de ahora, tienes una lectora más.

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