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Pensamiento Semanal: Des-Etiqueta-Me


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Yo es que…

Soy impaciente.
Soy fría.
Soy comprensiva.
Soy egoísta.
Soy tonta.
Soy alegre.
Soy escuchadora.
Soy torpe.

¿Cuantas veces nos ponemos etiquetas?
¿Recordamos desde cuando las llevamos puestas?
¿Y por qué elegimos esa etiqueta en concreto?
¿La elegimos o la eligieron para nosotros?

Son preguntas para las que esta semana podríamos considerar una respuesta. Sucede que a veces crecemos con determinadas etiquetas, en mi caso, la «alegre» (que acaba sintiendo el deber de estar contenta), la comprensiva, la «fuerte» (que lo supera todo), la «luchadora»…

Seguro que en las etiquetas hay o hubo algo de verdad, pero ahí está el dilema… ¿todavía soy esa etiqueta? En este mundo de dualidad, ¿por qué encasillarme?

Con el tiempo algunas etiquetas pueden pesar. Si eres la fuerte, se presupone que podrás con todo y parece que tu lucha vale menos que la de una persona débil. Si eres la comprensiva, puede que un día acabes escuchando problemas que no te importan. Si eres la alegre, puede que un día te des cuenta que te sientes culpable cuando estás mal, generando una montaña rusa de sentimientos, que cuanto menos, marea.

Mírate al espejo, al corazón, trata de encontrar el lugar donde te has etiquetado, y despacito despega el auto-juicio que se adhiere a ti. En el contexto de la libertad personal, sin etiquetas, podrás ser más tú, como te apetezca, sintiéndote más ligero.

Y es que las pegatinas emocionales ya no están de moda…. 😛

Cuentame… ¿Y tus etiquetas? ¿Tienes?

Escuchando…

12 respuestas a «Pensamiento Semanal: Des-Etiqueta-Me»

Ainsss, madre, cuánto me ha gustado este post! Precisamente hoy hablaba con una amiga que hay cosas que la gente deja de valorar de ti porque es lo que esperan de ti… es tu etiqueta. Como dices, cuando eres la «fuerte» parece que tu lucha es más sencilla que la de los demás.
No me gustan las etiquetas… me rascan en la ropa y siempre acabo cortándoles y me gustan mucho menos cuando se trata de las personas. Cada uno es como es y no significa que siempre se sea de la misma manera. Por suerte, a veces también por desgracia, el ser humano cambia y generalmente evoluciona, por lo que pensar que alguien siempre será el «listo», el «alegre» o el «borde» es tan errático como creer que en verano siempre va a hacer calor y en invierno, frío.
Como todos, yo también cargo con etiquetas… imagino que los humanos necesitamos poner nombre a las cosas para saber de que hablamos. Así, desde hace mucho tiempo, he sido «la responsable», «la fuerte», «la borde»,… y quizá todas esas etiquetas o, muchas de ellas, no se basaron más que en la apariencia para ponerse.
Bueno, no me enrollo más. Gracias por estos pensamientos 🙂
Un beso enorme… sin etiquetas!

Puede que lo interesante sea mirar detrás de las apariencias, dejar a un lado los pensamientos que llevamos a cuestas desde siempre y ver que pasa cuando miramos a otra persona sin tanto condicionamiento, puede que veamos otra persona tan parecida a nosotros mismos que hasta asuste. En cierto modo, pienso que las características de la personalidad son como el dibujito del yin yang (y puede que todo en la vida), cada cosa no es sin lo opuesto. Tal vez sea la necesidad de dar una imagen nítida de nuestra personalidad la que nos lleva a rechazar algunas conductas, la lucha por no parecer ambiguos, raros… pero el que está en la busqueda es ambiguo porque en un instante sabe lo que quiere y en el instante siguiente puede no saberlo, porque tal vez la respuestas que le valían hasta ayer ya no le valen y necesita más, entonces cambia, buscando algo que su corazón intuye pero la mente, que es bastante lenta para estas cosas todavía no capta. Un abrazo 🙂

Jajajajaja, me hace gracia este post, cuánta verdad encierra, y cuánto nos condicionan las etiquetas.

A mi me pusieron desde pequeña la etiqueta de rara y de: «ésta está loca».
Por lo tanto le dí la vuelta y saqué partido de esa locura, y empecé a reirme de ellos, seguían y siguen pensando que estoy pa’llá y cuánto más lo piensan, más vueltas les doy.
O sea, que los centrados, hoy en día, piden opinión a la «loca»…… que cosas 🙂

Es cuestión de reafirmación personal, y de que te la sude, de saber TÚ como eres y de importarte un carajo que te etiqueten.
En esto si tengo muchísima seguridad en mi misma.
¿Cómo si no iba a desvariar y a exponerme de esta manera?

Me gustó el post, Brumis *:*

PS. Por cierto, ¿he puesto bien los acentos?

Etiquetas tuve toda mi vida. Una, sobre todo, que incluia a varias otras. La principal era lo oscuro, y de ahí salían: la pesimista, la que cuenta chistes de humor negro (igual lo sigo haciendo porque me causa mucha gracia), la solitaria, la antisociable, la fría, la manipuladora (todavía mi madre y hermano piensan que lo soy, es medio triste), la introvertida, la sin amigos, jaja.

Todas esas fueron mis etiquetas. Muchas, y como pesaron en su momento.

Ahora tiro más para el lado de: la comprensiva. No quisiera ponerme otras, solo quiero ser yo.
Pero entiendo que todos tenemos nuestros limites, aunque ya lo dijo Bach en Ilusiones o Juan Salvador Gaviota: Justifica tus limitaciones y ciertamente las tendrás.
No sé, supongo que prefiero no etiquetarme.

Ahora, se complica cuando el resto lo hace. Por ejemplo, para todos los que fuí muy oscura siempre (aunque no lo dijeran con esas palabras), todavía les cuesta asociarme con otra cosa. De hecho, creo que para muchos sigo siendo eso.

Pero que va, una vez, pintando un mandala, lo pensé y lo escribí sobre cosas que no eran mias, y que pesaban sobre mi:
Lo malo de afuera afuera, y lo bueno que está adentro, adentro. Tan simple como eso. Como sacarnos las capas que nos pusieron para protegernos de un frío que no era nuestro.

Creo que esa frase lo resume bastante.

Un abrazo, libre libre, sin etiquetas.

P.D.: Y despegar las tuyas, Brumis, que debajo hay una piel que pide a gritos ver el Sol…

Y comentando lo de Bel, también fuí la rara y la loca. Pero está bueno eso, porque como ella dice, los puntos de vista de las raras y las locas pueden hacer que muchos otros vean las cosas de una manera diferente.

Besos para Bel.

No me preocupo de ponerme etiquetas a mí mismo porque cohartan mi capacidad de adaptación y de cambio, es de locos tener diálogos con uno mismo hasta el punto de ponerse etiquetas y sentirse identificados con ellas y creer que son parte de nosotros. Pues si algún día las perdemos creemos que hemos perdido una parte de nosotros mismos, cuando en ningún momento hemos dejado de ser nosotros mismo.
Solo atiendo a las etiquetas que me ponen los demás, porque una vez escuché un proverbio árabe y me gustó: «si un hombre te dice que pareces un camello, no le hagas caso, si te lo dicen dos, mírate al espejo».

Saludetes.

En el fondo todos podemos ser lo que queramos ser, más allá de las etiquetas.

Y coincido mucho con sula en un detalle, muchas son las personas que dan por hecho que cumplirás lo que pone en “tu etiqueta”, simplemente porque lo pone, y dejan de valorar ciertas cualidades porque parece que no tiene merito que las tengas.
Y peor aun es cuando se fijan tanto en la etiqueta, que no son capaces de ver más allá, y omiten muchas cosas que hay en ti o que puedes aportar, las omiten solo porque no hay “etiqueta asociada”.
Quien no sabe ver más allá de las etiquetas, termina perdiéndose muchas cosas, porque no hay que dar nada por hecho, las personas evolucionan, las etiquetas caducan o son incompletas; todos podemos dar (y ser) mucho más que lo que puedan mostrar nuestras etiquetas.

Un abrazo para tod@s aquell@s que curiosean bajo las etiquetas (para ver más allá).

PRIMERO: LAMENTO EL RETRASO.
Estos pedazo comentarios merecen respuesta desde que los lei, pero precisamente no he sacado el tiempo para responder en condiciones.

SEGUNDO: Gracias por tan excelentes aportaciones. Veis como los comentarios enriquecen un blog? 🙂
Ole por ustedes!

Sula, gracias. Eres de mi clan de «las fuertes», no? Posiblemente lo somos, pero sabes q pasa? A veces no manifestamos el esfuerzo q nos cuestan las cosas y por eso cara al exterior parece que todo nos es mas facil.
Vamos a romper con las pegatinas y a explorar nuestra dualidad. La Fuerte cuida de nuestra Vulnerable, que está siempre ahí, pero en ocasiones tambien necesita salir y dejarse querer, sin culpas, libremente. Adelante…
Gracias a ti por participar siempre. Esta semana es tematica y ha salido este tema hablando con más gente, del mundo «real», y es un tema interesante….
Un abrazo Suli.

Vic, como decía a Suli, adorada dualidad, si la cuidásemos más mejor nos iría…
Estoy de acuerdo contigo, y ese es otro tema interesante, el rechazo en los demás de lo que tenemos en nosotros. Cuando algo te genera mucho rechazo en alguien, es para observarse pq algo raro hay por ahí.
Ya me has dado ideas…. un abrazo tesoro. Amigo. 🙂

Bel, una de las cosas que mas me gusta de ti es esa seguridad de la que hablas. Sin embargo, estas reafirmando una etiqueta que tiene otras interpretaciones. Yo no te veo loca, te veo inquieta, activa, sensitiva, intuitiva, inteligente, interesante… pero loca? Que va, Pirata! 😛
Un paseito en barco? 😉

Carla, «Justifica tus limitaciones y ciertamente las tendrás.» Que bueno…
Totalmente contigo.
Es curioso como un Ser Luz como tu puede calificarse como oscuro. Sin duda exploras tus dualidades, pero veo tanto en ti, que creo que predomina la luz, y está cogiendo terreno.
Se tu misma y los que te sigan viendo como antes es que no te «ven».
Me gusta eso del mandala…. ¿me pintaras uno algun dia? Por mi cumpleaños? o como regalo de año nuevo? 🙂
Me he apuntado en mi casa eso de «Lo malo de fuera, afuera. Lo bueno de dentro, adentro». Grande mi Carla…. Besis. :**
PS: que cosas me dices, bonita. Si, mi piel pide a gritos el sol. Ya he mudado las uñas, y la piel ha mudado este año, ahora estoy mudando la piel de dentro… 😉

Pablo. Por supuesto es bueno escuchar, mirarse, observarse. Otra cosa son las etiquetas que no se despegan, eso es otro cantar… Sucede cuando un calificativo se te da por supuesto y se asocia a determinados comportamientos que quizá no quieres desarrollar y acabas entrando en ellos. A eso me referia, pero me ha encantado la frase del camello! jajaja…
Un abrazo.

Inguz, veamos más allá, hermosa propuesta. Y tambien podemos decir: lo siento pero no quiero que des por supuesto esto de mi, y explicarlo. A veces nos complicamos nosotros! 🙂
Un abrazo rúnico, de apertura.

Pablo, otra buena cita, un clasico. 🙂

Me gusta tu blog. Tiene un aire especial porque siento que podés entrar y leer siempre algo nuevo, renovador, pero a la vez con esa continuidad que lo hace una visita familiar.
Y sobre las etiquetas, a veces pienso que lo de la «nube de etiquetas» puede ser literal. ¿Cuántas veces nos dejamos llevar y elevamos nuestro ego por las etiquetas que nos ponen o nos adjudicamos nosotros mismos? Y cuándo la etiqueta se despega y cae, nosotros también vamos en picada.

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