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Desde mis Brumas Momentos sin precio

El otoño y yo


Image by littlemewhatever

Ha llegado el otoño. Este año parece corresponderse con el otoño de verdad, encajando en las fechas de cambio de estación.

Comienzas el día con dudas de qué ponerse, si ya tengo que dejar las chanclas, si llevo chaqueta… un lio! Te pillan tormentas improvisadas, y aquí una gallega sin paraguas, así que mojadura y breve resfriado.

Llega la melancolía, y este será mi primer otoño sola solita en «mi cueva». No deja de producirme curiosidad cómo lo llevaré; no me moriré por supuesto, pero se que añoraré la calidez que tenía mi antiguo hogar, llegar a casa con frío y meterme en el «brasero», mientras mis gatos salían lentamente de su escondite para saludarme. Ahora, ni gatos, ni brasero. Ahora mi manta suave, mi nórdico nuevo de Ikea que aún no he instalado, mis velitas, mi incienso, mi música… y yo misma.

Hoy estaba algo pachucha, pero como soy una mujerona fuerte, a lo largo del día remonté y tras un frenadol calentito, comencé a activarme al final de la mañana y mantuve un ritmo sin parar hasta llegar al yoga, a 20 minutos a pie de mi trabajo. Llegué cansaíta, pero tenía ganas, porque hacía 3 clases que no iba por motivos laborales.

Y ahí llega uno de mis momentos nchi de hoy, una tonteria de las que te hacen sonreir de verdad.
Entro y me dicen mis compañeras:
– Hoola! cuanto tiempooo… Te echábamos de menos…!
– Si??? – respondo yo sorprendida.
– Si, mucho.
– Pues queredme queredme, que vengo malita, pero con resfriao, que no se pega!
Y fue tan simple como que mis compañeras se levantaron para achucharme! Primero una, luego otra y luego mi profe! jajaja… Y yo disfrutaba como una enana!
Me sentí muy bien, fue sencillamente bonito y lo necesitaba.

Luego al salir me llamó mi compañera de oficina para decirme que mañana me llevaría un tupper con lentejas y claro, yo que no tengo a mi madre cerca, extraño mucho la que llamo «comida de madre», y no veais la ilusión que me hizo la «tontería», sobre todo porque mi compañera jamás había hecho eso, y es un tanto particular.

Y así volví yo a mi cueva, ante la imparable caída de las hojas, sonriendo… Porque estas pequeñas cosas son las especias de la Vida.

Nota: Se que más allá del océano no empieza el otoño sino la primavera, y yo lo celebro… Quizá por eso este otoño será menos otoño… ¿verdad Carla?

Y tú, navegante? Cómo te llevas con el otoño?

6 respuestas a «El otoño y yo»

Jaja, que linda que sos, Brumis.
Estaba leyendo todo muy atentamente y cuando terminé, vi esa nota : )

Y después, mi madre me distrajo y yo miré de reojo a mi compu, y pensé que que bueno, Brumis había escrito otra cosa. Sonreí, y heme aqui.

Primero ¿qué son las chanclas?…

Segundo, la melancolía, tan maldecida y tan dulce ella. Se me hace agradable «tu cueva», te imagino llegando y sonriendo, y estando ya más tranquila, en casa.
(Algo similar siento cada vez que entro aqui, gracias por hacer que así sea).

La palabra pachucha me parece tan dulce… no sé por qué. Será que cuando uno está pachucho quiere que alguien lo cuide, y eso es ser un poco nena. Y cuando estamos enfermos, somos un poco nenes todos. Hay como una demanda de: tienen que atenderme, jaja. Y ni que nos estuvieramos muriendo!

Que lindo sentir el calorcito de tus compañeras de yoga, y el mimo de tu compañera de trabajo.
Me alegra eso por vos. Y celebro esos momentos, porque son lindos para todos (aunque no todos los noten en verdad).

Con respecto a estos lares, primavera, como bien lo decís. La primavera no es algo que me encante, pero bien lo decía Mafalda: Sin dudas, la primavera es lo más publicitario que tiene la vida.
Es lindo porque empiesa el calorcito.
Mis días preferidos son en primavera, cuando hay un poco de calor, y una brisa suave que nos acaricia.

Con respecto al otoño, es, por lejos, mi estación preferida.
Desde hace unos cinco años más o menos, digo que me quiero casar en un día de otoño, un ocho de Agosto. Jaja, no me preguntes por qué. Solo sé que mi hermano me dijo que eso es imposible! Que cosa, che.

Yo digo que si quiero que en España sea primavera un 24 de Septiembre ¿por qué no puede serlo?
¿Por qué no puede ser otoño cuando yo quiera?
En fin, tendré que conseguir hojas para cuando me case. Y un novio, claro, jaja.

Asi que con el otoño me llevo de las mil maravillas, y cada año lo espero ansiosa.
Aunque no reniego de las otras estaciones, todas tienen algo lindo.

Bueno, cada vez me extiendo más.
Creo que voy a volver a los comentarios – telegramas, je.

Un abrazo, entre hojas caidas y flores que recién despiertan.

A mí siempre me gustó el otoño, quizá con la primavera mi estación favorita, porque es el intermedio, porque aún no ha llegado el frío que se cuela en los huesos, porque es una etapa de transición y nos ayuda a transitar a nosotros también. Quizá por eso hoy trasitaste de un estado melancólico y «pachucho» a un modo sonriente y «achuchado» (me encantan las palabras con «ch», suenan a nene, como dice Carla).
Un achuchón achuchante para la pachuchilla!! ;-p

Littlemewathever, es mi preferido de devianart y con diferencia, así que para no repetirme, no diré nada de la imagen… bueno si, es preciosa. Eso es algo que me gusta del otoño, los tonos tierra y los gorros y bufandas de lana que ya asoman en los escaparates.
En el otoño me vuelvo más dinámica, será porque esta es una ciudad con tal cantidad de estudiantes, que vuelven ahora tan ilusionados que se contagia el ambiente.

Tampoco tengo brasero en mi cueva, pero tengo una manta suave naranja y seguro que entre todos haremos de manta para que no te sientas melancólica este otoño.

En las Brumas no hay estaciones, ¿aún no te has dado cuenta?

Buenos díasss *:*

Buenos días – tardes a tod@s.

Carla: me encanta que te extiendas cuanto te apetezca. Por favor, no dejes de hacerlo, no dejes de ser tu. Del otoño recuerdo tu foto de las hojas… que bella…
Mi cueva es muy bonita, te gustaría, muy mía; estaba predestinada para mi! 🙂
Por cierto, las chanclas son las sandalias, perdona la palabreja. Chanclas es mas informal.
El otoño tiene algo especial, tan sólo que es un momento en que añoro más y me apetece pasear abrazada a alguien.

Oye, me quedo con la frase de Mafalda, de quien soy fan: «La primavera es lo más publicitario que tiene la vida»
Un achuchon de una cada vez menos pachucha.

Sula: Me da que pensar lo que dices, quiza el encanto de la primavera y el otoño puede ser esa transición si… además de los olores, son estaciones ricas en aromas verdad?
Me gustan. Como dice Carla, cada una tiene lo suyo: el verano, las largas noches y el buen tiempo; la primavera, las flores, los primeros días buenos de verdad; el invierno, las tardes a refugio, caminar bajo el paraguas, mi cumple, apertura y cierre de ciclos; el otoño, las castañas.
Otro achuchoncisimo para sula.

Tronan: la sonrisa fue de aupa, vaya si lo fue. Me volví paseando tranquila por la calle, en calma, por dentro y por fuera.
Ug! |;-)

Pirata: por ahora sois mayoria las amantes del otoño… jugaremos con las hojas pues!
Las imágenes van llegando a mi y luego las encajo con lo que quiero transmitir, esta es perfecta, amor a primera vista. 🙂
Gracias por arroparme… yo me dejaréee…
¿No hay estaciones en las brumas? yo creo que si, no? unas veces más densas, otras mas etéreas, otras sobrevolando la tierra… Quizá son estaciones mas volátiles y menos preestablecidas, menos ordinarias. Pensare sobre ello… 😛
Otro arrechucho pa ti, reguapa!

ojala pudiera traspasarte algo de mi amor por esta epoca del año…ojala pudieramos encontrar el equilibrio…yo isentirme menos perdida en primavera…y tu mas feliz en el otoño…ojala…
sea como sea aki tienes mi mano para sujetarte si lo necesitas…
estoy al otro lado del email…del telefono…de lo que tu kieras cielo…
no lo olvides nunca…
muaskkkkkk

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