Por motivos laborales, pasé toda la jornada de ayer en FITUR (Feria Internacional de Turismo). Como una niña buena me dediqué a cumplir mis compromisos, citas laborales, etc…. sintiendo como mis pies se iban pegando a los zapatos de caminar de un stand a otro, mi espalda se resentía y un resfriado comenzaba a tomar forma… (si es que estoy mayor!)
Al final del día saqué un ratito para visitar el stand de Turgalicia y fue muy grata la sorpresa… el cambio de imagen del que había escuchado hablar era fantástico… El stand es mucho mayor que otros años combinando grandes espacios muy visuales y llenos de pequeños detalles, con los habituales mostradores, sobre suelos también decorados. La imagen me transmite serenidad, paz, naturaleza, sabor,… ¡juzgadlo vosotros mismos!
Estos son algunos de los paneles, aunque quiero traeros otra imagen de una cocinera pegando saltos seguida de 3 langostas! jaja… ¡Feliz Jueves!
No hace mucho que me encontré con una interesante conversación sobre mi situación actual y hablando sobre ciertas dudas que envuelven mi mundo salió a colación la diferencia entre Resignación y Aceptación, conceptos muy frecuentemente confundidos. El hecho de plantearme sus diferencias me hizo ver más allá y analizarlos un poco…
aceptación
f. Recibimiento de forma voluntaria de una cosa
resignación
f. Capacidad de aceptación de las adversidades
A primera vista parece obvio que resignarse es simplemente aceptar las adversidades, las cosas contra las cuales no podemos hacer nada… y ahi precisamente comienza el dilema: ¿somos realmente conscientes de cuándo estamos aceptando algo o cuando estamos resignándonos?
Si nos tomamos un minuto para pensarlo, es posible que en algunos momentos digamos que aceptamos algo cuando en realidad nos estamos resignando a ello, creyendo que no podemos hacer nada. Y es que a veces la comodidad, los miedos, nos aferran a los «imposibles» y establecemos límites nosotros mismos.
Aceptar una realidad es asumirla en su totalidad, voluntariamente, en sus cualidades positivas y negativas, en todo lo que conlleva, sin rencores, ni sentimientos arrastrados. Por ejemplo: Aceptamos que alguien no es como nosotros y respetamos su forma de ser, sin pretender cambiarle, o convencerle de nuestras posturas.
Resignarse implica una aceptación incompleta, bien porque realmente no podemos hacer nada para cambiar una situación, o bien porque interiormente no nos vemos capaces de hacerlo. Está ligada a la frustración y la pena, supone una barrera interior. Por ejemplo: Nos resignamos con una relación X porque creemos que simplemente no podemos aspirar a más, pero este hecho, al no ser un hecho aceptado (y previamente elegido por nosotros) supone un lastre.
Personalmente, al reflexionar sobre el tema he tenido (y tengo) muchas comeduras de cabeza sobre si acepto o me resigno con determinadas situaciones. Con frecuencia, una mala autoestima puede llevarte a asignarte determinadas tareas que no deseas, a cargar tu moch¡la emocional, a simplemente creer que algunos roles vienen contigo, «de serie»; y sólo cuando te planteas seriamente qué es lo que realmente deseas, comienzas a aceptar…
Y a ti este tema… ¿te da qué pensar? 🙂
PS:
Mi blog está en plena cuesta de enero y los visitantes…. yo no me resigno… lo acepto! jajaja…
Esta semana ha llegado el momento de sentirnos naranjas… e impregnarnos de todos su significado….
El Naranja nos recuerda al amanecer, al nacimiento del sol como nacen las grandes ideas que llevamos en nosotros, a la Creatividad; de igual manera, los tonos naranjas nos invaden a la puesta del sol, cuando se encienden nuestros sentidos con brasas naranjas y la Sexualidad se desarrolla y se asume como propia, sintiéndola viva en nosotros.
En los Chakras, el naranja supone un paso más tras el rojo, situándose nuestra esfera de energía imaginaria en el ombligo, iridiscente y bella, y vinculada estrechamente a la reproduccióny las hormonas, que influyen a veces drásticamente en nuestros estados de ánimo.
Cuando te vistes de naranja, te impregnas de una energía equilibrada, vital y serena… Siéntete así esta semana, dejando atrás las malas vibraciones, renovándote camino de la luna nueva y hallando en los colores la propia fuerza que palpita dentro de tí, aguardando solamente a ser despertada.
Mira algo naranja y nota sus efectos…. ¿como te hace sentir? Déjate acariciar por la luz naranja, de un amanecer, de un anochecer… de tu propia fantasía… Hay un universo nuevo que tú puedes crear tan sólo cerrando los ojos… Trasládate a ese campo de trigo donde la brisa sopla con suavidad despertando tu sentido del tacto en los matices, en la caricia del sol que cae, escuchando la pausada danza de las espigas, su aroma…. Todo rodeándote….
Esta semana os dejo algo de uno de mis últimos descubriemientos musicales…. Y si sois buenos os traeré poco a poco mis 3 canciones favoritas de ellos…. y os contaré en qué momento crucial para mí los conocí….
humildad
f. Actitud de la persona que no presume de sus logros, reconoce sus fracasos y debilidades y actúa sin orgullo.
A menudo olvidada en este mundo de apariencias, la humildad se establece como un gran pilar de la personalidad. No son precisas las máscaras, los auto halagos que anhelamos creernos; somos quienes somos y no necesitamos predicarlo para sentirnos bien con nosotros mismos.
Ya se sabe, como el dicho popular, dime de qué presumes y te diré de qué careces, aquello en lo que necesitamos envolvernos está simplemente encubriendo lo que realmente somos. Cuando somos humildes somos conscientes de la tierra que pisamos, la apreciamos y valoramos como tal sin esbozar fantasías.
Sin embargo, en un equilibrio, la humildad no debe sumirnos en olvidar nuestras fortalezas, en sentirnos valientes y afortunados, percibiendo en todo momento el pálpito de nuestra esencia. El acatamiento y la sumisión están al otro lado del río de la humildad… Simplemente dejémonos llevar por el río, entre la vanidad y la docilidad… fluyendo en las aguas que sentimos nuestras….
Y tú, ¿entre qué aguas nadas? ¿a qué orilla te acercas más? 🙂
¿Valoras la Humildad?
Me gusta mucho Lighthouse Family, tiene algo especial, y con esta canción tengo un vínculo desde hace muchos años… Regresaba de el que fue mi primer viaje al extranjero, con 17 añitos, sola, tras haber pasado un mes con una familia irlandesa con la que no me llevé muy bien e incluso pasé hambre. Vivía mi primer amor correspondido, en aquella dulce inocencia, aquella necesidad, que un tiempo más tarde se tornó en algo dañino. Y era todo tan bonito en aquel momento… Cuando camino al aeropuerto regresaba contenta y satisfecha, habiendo hecho nuevas amistades, superado miedos, y sobre todo vivido muchos momentos inolvidables.
He vivido más veces esa sensación, sonriendo mientras veo la carretera pasar, mientras absorvo con mis ojos todo lo que me rodea, siendo consciente de la despedida, satisfecha… Quizá por eso me gusta tanto viajar desde siempre, quizá por eso la vida me aleja de personas que quiero, quizá por eso… para que pueda seguir viajando… 🙂
Disculpadme si estoy algo ausente… las circunstancias a veces… ya sabéis….
Como es nuestra semana del rojo, la luna también lo es… 🙂
La luna llena tendió su velo en la noche, luz de terciopelo azulado, matiz inimitable de curvas iridiscente…
Mis ojos se agrandaron para contemplarla en su belleza, y levitando llegué hasta sus tierras arenosas, distinguiendo sus colores, sus texturas, sus esencias, su sabor, su aroma…. La hice mía de nuevo, recordando mis sentimientos platónicos arraigados en mi alma y metí las manos en esa misma tierra para sentir el recuerdo, sonriendo, empapándome de ella.
Estiré las yemas de mis manos dibujando sus contornos, sugerentes proporciones armónicas de belleza incomparable, en la simplicidad de sus formas puras, y sonreí, con mis ojos de tierra, fundiendome en su esencia celeste.
Me desnudé al amparo de la noche, segura, repleta, y como las olas atlanticas su luz recorrió mi cuerpo, poro a poro, embriagadoramente conquistadora, haciéndome suya, rasgando mi más inocente profundidad, explorandome en toda mi dualidad, aceptándome en la luz y la oscuridad.
Esta noche la luna llena bautizó mi cuerpo para siempre.
Canciones arraigadas en el recuerdo, en el origen…
Comenzamos una nueva semana, una nueva serie sobre los colores y los sentimientos arraigados a los mismos. Y no es casualidad que el rojo sea el primero de la lista… No es mi color preferido pero las emociones arraigadas, la necesidad de su fuerza, y su simbolismo me han impulsado hoy hacia él.
En los Chakras, el rojo es la base, simbolizando la Tierra, la seguridad, el instinto, la supervivencia; es el primer paso en nuestro sendero energético, simbolizado con una flor de loto de cuadro pétalos.
Es un color repleto de fuerza, de pasión, de nuestros impulsos profundos, y por eso impregnarnos de él nos levanta el ánimo, nos llena de ganas…
Imagina tus raíces, tu seguridad en el mundo, tus pies en la tierra, y siente como la energía de color rojo brillante te recorre y te impulsa a dar un paso más allá, a dejarte llevar por tus impulsos, a localizar en ti la pasión perdida. Cierra los ojos e inspira, mira como te llena la luz… y sonríe, ya puedes seguir tu camino pisando fuerte, envuelto en una esfera de color rojo iridiscente en la que dejarás pasar sólo a quien tú elijas, reafirmando tu identidad cada paso…
Honestly what will become of me
don’t like reality
It’s way too clear to me
But really life is dandy
We are what we don’t see
Missed everything daydreaming
Y en español:
Me imagino que estas volviendo a casa
despues de un dia largo
que abres la puerta y yo me quedo quieta,
tu me preparas la cena….
Musica Maestro: Todos los Domingos a las 22 horas…
